La anchoveta peruana, uno de los recursos más emblemáticos del mar peruano, está en el centro de una controversia que podría redefinir la industria pesquera y el ecosistema marino. La Sociedad Nacional de Pesquería (SNP), que agrupa a las principales empresas pesqueras del Perú, presentó una demanda para eliminar la restricción sobre la captura de anchovetas menores de 12 centímetros, una medida que ha sido clave en la gestión sostenible de este recurso durante más de dos décadas.
Esta solicitud fue presentada ante el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi) el 3 de abril. Desde que el caso se hizo público, generó preocupación entre pescadores y científicos, quienes advierten que su aprobación podría poner en riesgo la sostenibilidad de la anchoveta y el equilibrio del ecosistema marino.
Cuotas de captura
La anchoveta peruana es la especie marina más capturada a nivel global, según un informe del Banco Mundial. Su principal uso no es para el consumo humano directo, sino para la producción de harina y aceite de pescado, destinados mayormente a la alimentación de otros animales y peces de cultivo.
Cada año, el Ministerio de la Producción (Produce) establece cuotas de captura. En 2024 la cuota total es de aproximadamente 5 millones de toneladas, de las cuales solo 150 000 toneladas (3%) están destinadas al consumo humano directo. Esto indica que el 97% restante se transforma en harina y aceite de pescado, principalmente para la exportación. Según el sector, esta industria genera alrededor de USD 1 700 millones.
Anchovetas juveniles en riesgo
El desafío radica en la captura de anchovetas juveniles, peces que no han alcanzado su tamaño adulto ni madurez sexual. Desde 2016, Perú permite su captura con una tolerancia máxima del 10%. Para ello se debe contabilizar si sobrepasan o no los 12 cm, talla promedio que marca la transición a la adultez. Sin embargo, la norma ha tenido efectos no deseados, ya que la captura de juveniles ha aumentado y muchos son convertidos en harina antes de reproducirse o cumplir su rol en la cadena alimentaria marina.
Por ende, la abundancia o escasez de la anchoveta tiene implicaciones económicas, pero también ecológicas, ya que es vital para otras especies marinas y la subsistencia de miles de pescadores artesanales. Aunque se ha trabajado durante años en un marco regulatorio para asegurar una explotación responsable que evite la sobrepesca o la captura indiscriminada de juveniles, la industria enfrenta hoy nuevos desafíos.
La demanda de la SNP y el papel del Imarpe
El gremio pesquero pidió al Indecopi que declare la norma en disputa como una “barrera burocrática ilegal y/o carente de razonabilidad”. Esta es la base de su demanda. Pero en una entrevista con Perú21, Eduardo Ferreyros, presidente de la SNP, aclaró que el gremio no busca eliminar la talla mínima, sino que solicita estudios científicos para determinar una cifra precisa. Ferreyros argumenta que “actualmente no existe un documento oficial que respalde los argumentos para establecer la talla mínima legal de los recursos”.
Esta afirmación es cuestionada por la comunidad científica y expertos en conservación marina. La talla mínima es un parámetro crucial en los modelos de stock para determinar las cuotas de pesca de cada temporada. Esta es establecida a partir de datos científicos sobre la biomasa, el ciclo de vida y la dinámica poblacional de la anchoveta, estudios que en gran parte realiza el Instituto del Mar del Perú (Imarpe). Esta entidad, además, proporciona recomendaciones a Produce para un mejor manejo.
A pesar de su rol, el Imarpe también ha enfrentado controversias. En febrero de 2020, se acusó a sus funcionarios de manipular datos para aumentar la cuota de pesca de anchoveta. ¿Cómo? En noviembre del año anterior al caso, Imarpe estimó una biomasa de 8 millones de toneladas y el Produce asignó una cuota de 2 786 000 toneladas para la temporada. Sin embargo, los pescadores reportaron que hasta el 90% de la captura eran juveniles. El 12 de enero, se confirmó que el 97.8% eran juveniles, superando el límite tolerado del 10%, lo que llevó a la suspensión de la temporada de pesca.
Decisión del Indecopi impactará al sector pesquero
Esta no es la única demanda que ha presentado la SNP ante la Indecopi. Quince días después de enviar su solicitud sobre este caso, envió otra solicitud buscando que se declare como “barrera burocrática ilegal y/o carente de razonabilidad” la prohibición de pesca a gran escala de anchoveta en áreas naturales protegidas. Esto tras el rechazo inicial de su demanda por el Poder Judicial . Su apelación al fallo fue el motivo por el cual Indecopi decidió suspender su proceso hasta que se resuelva este caso en la Corte.
Son visibles los intentos de la SNP, por diversas vías, de influir en las normativas relacionadas con la anchoveta. Con esta nueva demanda, aún en curso, la decisión que tome Indecopi impactará a la industria pesquera, con profundas implicaciones para la seguridad alimentaria, la biodiversidad marina y el sustento de miles de pescadores y sus comunidades. El desenlace de este debate podría sentar un precedente para la gestión de recursos marinos en la región.
Repercusiones socioambientales
Expertos y pescadores advierten riesgos para la sostenibilidad del recurso y el impacto en la economía pesquera, mientras la industria enfrenta una disminución en los desembarques y la calidad del pescado capturado. Conoce cuáles serían los impactos en una segunda parte de este informe aquí.
