En el fútbol, con su rica historia y tradición, ha visto cómo numerosas reglas y formatos han ido cambiando a lo largo de los años. Uno de los aspectos que más cambios ha sufrido durante el tiempo es el método de desempate en los partidos decisivos. Desde los primeros días del fútbol, en el que se recurría al sorteo para decidir el ganador del encuentro, hasta la introducción de la tanda de penaltis, las formas de desempatar los partidos han tenido muchos cambios.
Inicios y métodos tempranos de desempate
Los primeros años del fútbol organizado vieron que era muy habitual que los partidos de gran importancia acabasen en empate. Sin embargo, era necesario dar un ganador en ciertas competiciones, lo que trajo consigo la implementación de diferentes métodos para resolver estos empates. Esto es de gran importancia en los torneos más importantes, ya que incluso los interesados en la apuesta sin empate necesitan tener una resolución a los partidos grandes, como las finales de los campeonatos más relevantes.
Uno de los más primitivos era el sorteo, donde era el azar el encargado de dar el encuentro como ganador a uno u otro equipo. Otra solución, que aún usan habitualmente en Inglaterra, es la repetición del partido, una opción que no solo extiende la duración de las competiciones sino que también supone una demanda física y logística adicional a los equipos.
A medida que el fútbol evolucionó, también lo hizo la necesidad de encontrar métodos más justos y decisivos. La llegada del gol de oro y el gol de plata en algunas competiciones buscaba ofrecer una solución más dinámica, aunque estas reglas también fueron muy criticadas por promover un juego cauteloso y penalizar duramente al equipo que concedía un gol en estos periodos.
La tanda de penaltis
Con la llegada de la tanda de penaltis en el año 1970, hubo un antes y un después en cómo se tenían que resolver los empates en el fútbol. La tanda de penaltis fue diseñada como una prueba tanto de habilidad como de nervios, ya que ofrece un final dramático y definitivo a los partidos. Muchos críticos argumentan que reduce el juego a una lotería final, prácticamente como el método de sorteo, pero no se puede negar el suspense y la emoción que aporta a las competiciones.
Sin embargo, la tanda de penaltis no llega sola. Antes, los equipos tienen que pasar por una prórroga convencional, en la que se juegan 30 minutos extra divididos en dos partes. Si después de esa media hora se mantiene la igualdad, será entonces cuando se pase a los penaltis.
La tanda de penaltis ha sido testigo de momentos icónicos en la historia del fútbol, desde victorias épicas en Copas del Mundo hasta desgarradoras derrotas en finales de Champions League. A pesar de sus detractores, se ha mantenido como el método preferido para desempatar partidos en la mayoría de las competiciones internacionales y nacionales, equilibrando la necesidad de un ganador con un espectáculo emocionante para los aficionados.