lunes 27, enero 2025

La Casita del Aguaje: Emprendimiento en Tingo María resalta los sabores de la selva

Un negocio que nació en las calles y hoy promueve el aguaje como símbolo de identidad y nutrición amazónica. Conoce la historia de Genoveva Matos.

| Fecha:

Por más de una década, Genoveva Matos Millán recorrió las calles de Tingo María vendiendo aguajina y otros productos derivados del aguaje. Sus jornadas comenzaban al amanecer y terminaban al anochecer, construyendo su negocio con esfuerzo y dedicación. “Al inicio vendía andando, de casa en casa. Una amiga me ofreció el lugar donde ella trabajaba, y así empecé poco a poco. Al principio vendía solo aguaje, pero luego añadí agua de aguaje y masa”, recuerda Genoveva.

Un día decidió establecerse en un local propio. “Pensé que era mejor estar en un lugar donde los clientes puedan sentarse cómodos. Ahora, además de refrescos, vendemos aguaje pelado, chupetes y más”, comenta. Este nuevo espacio también ha permitido resaltar la calidad única del aguaje de Tingo María, que, según ella, es “más grande, carnoso y de mejor calidad” en comparación con el de otras regiones.

Hoy, su sueño se materializó con la apertura de “La Casita del Aguaje”, una heladería artesanal ubicada en el Jr. Pucallpa 288. Este acogedor local no solo ofrece refrescos, helados y adoquines elaborados con aguaje, sino que también se ha convertido en un símbolo de identidad y riqueza cultural de la Amazonía.

Este nuevo espacio también ha permitido resaltar la calidad única del aguaje de Tingo María. (Foto: Inforegión)

El aguaje, un superalimento

El aguaje es mucho más que un fruto para Genoveva. Conocido por su riqueza en nutrientes, este superalimento es la base de su negocio y de su mensaje de empoderamiento. “El aguaje tiene hormonas naturales que rejuvenecen y son buenas para la piel. También ayuda con la nutrición y la anemia. Es un fruto especial, especialmente para las mujeres”, explica.

Desde la recolección y el lavado del fruto hasta su transformación en deliciosos helados y refrescos, Genoveva cuida cada detalle. “Primero hay que sacarle los ‘guapos’ al aguaje, lavarlo bien y dejarlo reposar toda la noche para que madure. A las cuatro de la mañana empiezo el proceso, chancando y colando la pulpa para ofrecer un producto fresco y nutritivo”, detalla.

Un ejemplo de superación y resiliencia

El éxito de “La Casita del Aguaje” es un reflejo del esfuerzo y la visión de su creadora, quien ha transformado un sueño humilde en una empresa formal. Este negocio no solo satisface los paladares de sus clientes, sino que también promueve el valor cultural y nutricional del aguaje, fortaleciendo el vínculo entre la gastronomía y la identidad amazónica.

Con su historia, Genoveva también inspira a otras mujeres a emprender. Asimismo, su historia refleja que detrás de cada producto que ofrece hay una pasión genuina por destacar las riquezas de la selva peruana y promover el consumo de un fruto que, además de ser delicioso, es un verdadero superalimento.

Conocido por su riqueza en nutrientes, este superalimento es la base de su negocio y de su mensaje de empoderamiento. (Foto: Inforegión)

“Mis hijos han comido aguaje desde pequeños, y son varones fuertes”, dice entre risas, desmintiendo los mitos que rodean a este fruto. El local «La Casita del Aguaje» opera de lunes a domingo, de 9 de la mañana a 8 de la noche. Su teléfono de contacto es el 944893257.

Suscríbete al boletín
Especial
Destacados
Últimas noticias