A sus 19 años, Jorge Cano Mayta se ha destacado como una de las jóvenes promesas del voleibol peruano. Su talento y esfuerzo lo han llevado a formar parte de la selección nacional, que actualmente compite en la Copa Panamericana Sub 23 en Paramaribo, Surinam. Desempeñándose como líbero, Jorge ha sido clave en los recientes triunfos de la ‘blanquirroja’, destacando con más de 30 defensas exitosas hasta el momento, lo que lo posiciona como uno de los mejores en su puesto.
“Un sueño hecho realidad”
El amor de Jorge por el voleibol empezó temprano, cuando tenía 11 años y jugaba en su colegio José Olaya, en Satipo. Fue su pasión por este deporte y la influencia de sus primeros entrenadores, como el profesor Iván Quiñones, lo que lo llevó a perseverar a pesar de las dificultades que enfrentan los atletas en su provincia. “En Satipo no hay mucho apoyo para el voleibol masculino, pero representar a mi provincia, a mi colegio y a mi familia es un orgullo inmenso”, comenta.
A los 13 años ya estaba jugando en competencias escolares a nivel regional y, con el tiempo, fue subiendo de nivel hasta ser convocado por el Club Flamenco, equipo con el que alcanzó el primer lugar en la Copa AELU, celebrada en julio de este año. Este logro no solo le dio visibilidad nacional, sino que lo llevó a convertirse en parte de la selección peruana. “Es un sueño hecho realidad”, comparte.
La bicolor clasifica a las semifinales
La participación de Jorge en la Copa Panamericana Sub23 es uno de los momentos más importantes de su joven carrera. En uno de los encuentros más recientes, el equipo peruano aseguró su pase a las semifinales tras vencer a República Dominicana en un partido donde la actuación de Cano fue clave para consolidar la defensa del equipo.
Asimismo, con el Club Flamenco busca ascender a la Liga Nacional Superior de Voleibol, lo que les permitiría competir al más alto nivel en el país. Pero su compromiso con el deporte va más allá de los logros individuales. Para él, es importante combinar el voleibol con sus estudios universitarios, algo que su club apoya activamente. “El deporte va de la mano con la educación. Tanto mi familia como mis entrenadores me han enseñado que debo seguir formándome académicamente”, comenta.
Barreras del deporte
Sin embargo, el joven deportista también reconoce las limitaciones que existen en su tierra natal, donde las condiciones para practicar voleibol no son las mejores. Los campos de juego, especialmente en las instituciones estatales, suelen estar en malas condiciones, lo que limita el desarrollo de los atletas. “Los colegios en Satipo necesitan mejores instalaciones, especialmente pisos adecuados para el voleibol. Jugar en cemento es peligroso, te puedes lesionar fácilmente”, señala.
A pesar de estas barreras, Jorge se mantiene optimista y comprometido con el desarrollo del voleibol en su provincia. De hecho, ha invitado a toda la comunidad de Satipo a asistir al próximo encuentro deportivo que se celebrará del 25 al 29 de septiembre, donde voleibolistas de diferentes regiones del país se reunirán para competir en su tierra natal.