La pesca artesanal y el cultivo sostenible de peces y otros organismos acuáticos representan actividades claves para el desarrollo económico de las comunidades nativas y rurales en la Amazonía. Además de ser una importante fuente de ingresos, el pescado es un alimento fundamental en la dieta diaria de estas poblaciones.
El Ministerio del Ambiente (Minam), a través del Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana (IIAP), implementó una iniciativa de producción y transferencia gratuita de alevinos de gamitana, paco y boquichico. Este programa promueve la seguridad alimentaria y contribuye a la sostenibilidad de especies en los hábitats naturales de la región.
Avances de la iniciativa
Durante el 2024, la entrega de alevinos alcanzó los 2 196 480, beneficiando a 2208 familias en las regiones de Amazonas, Huánuco, Loreto, Madre de Dios, San Martín y Ucayali. Se espera que para fines de 2024 esta cifra ascienda a 2 320 000 alevinos, los cuales se entregarán a municipios y asociaciones comunitarias en toda la Amazonía.
Este proyecto, denominado «Producción de alevinos de especies amazónicas para contribuir a la seguridad alimentaria», está a cargo de los biólogos Harvey Satalaya y Pedro Ramírez, quienes supervisan la cría de los peces en condiciones controladas hasta alcanzar el tamaño adecuado para su transferencia, aproximadamente 3 cm.
Piscicultura sostenible
Los huevos de estas especies nativas permanecen en cabinas especiales durante 40 días, en un proceso de reproducción asistida bajo la supervisión de los especialistas del IIAP. “El trabajo con las comunidades es importante, pues permite que ellas puedan acceder a nutrientes más accesibles y con alto valor proteico”, explicó Satalaya. Para llegar a comunidades remotas como Santa María de Nanay, en Loreto, los especialistas deben recorrer en peque peque hasta 10 horas de viaje.
Testimonios de los beneficiarios
Orlando Huanaquie y César Augusto Crispin, piscicultores de la comunidad campesina Gallito en el distrito Fernando Lores, expresaron su gratitud por la entrega de los alevinos. “Para nosotros es una bendición, pues es la primera vez que recibimos estos alevinos que nos ayudarán en la alimentación de nuestra familia y también para nuestra economía”, señaló Huanaquie.
Por su parte, Crispin comentó que complementará su nueva piscigranja con el cultivo de yuca. Kelita Murayari, residente de Nuevo Horizonte, en el distrito San Juan Bautista, destacó que esta actividad ha sido un aprendizaje valioso para ella y su esposo Estanislao Heredia. “Nos sirve para nuestra alimentación y para poder venderlos”, agregó Murayari.