En un operativo coordinado entre la Policía Nacional del Perú (PNP) y la Fiscalía Especializada en Delitos de TID – Sede Pucallpa, fue desmantelado un laboratorio clandestino de procesamiento de clorhidrato de cocaína en la comunidad nativa de Camote, distrito de Yuyapichis, en la provincia de Puerto Inca, Huánuco. Este hallazgo permitió la destrucción de un centro de producción ilegal que abarcaba siete ambientes y contaba con todo lo necesario para la fabricación de grandes cantidades de droga.
El operativo fue dirigido por el Comandante PNP Germán Pablo Verde Mingos, quien lideró un equipo de 15 efectivos del Departamento de Operaciones Tácticas Antidrogas (Depotad) de Tingo María. El equipo llegó al lugar tras ser alertado por la División de Inteligencia Antidrogas del Vraem, que había identificado la ubicación precisa del laboratorio a través de coordenadas geográficas.
Megalaboratorio de siete ambientes
Durante la incursión, los agentes descubrieron un laboratorio altamente equipado. En el primer ambiente, encontraron más de 2 000 kilogramos de sustancias químicas como acetona y gasolina, además de 650 kilos de cocaína en solución. Al poner en contacto las sustancias con reactivos químicos, se confirmó la presencia de alcaloide de cocaína, lo que permitió proceder a su destrucción in situ.
El segundo ambiente albergaba prensas metálicas, balanzas digitales y paquetes de pasta básica de cocaína. También se incautó un subfusil semiautomático de fabricación checa, una escopeta hechiza y municiones, junto con otros elementos como prensas y equipos de procesamiento.
El tercer ambiente contenía equipos de comunicación y utensilios de cocina, lo que indica que el laboratorio no solo era un espacio de producción, sino también de vivienda temporal para los responsables del lugar. En los siguientes ambientes se encontraron más sustancias químicas y dispositivos utilizados para la fabricación de la droga, como generadores eléctricos y moldes de acero.
Destrucción de los equipos
Las autoridades también encontraron documentos de identidad y vehículos que podrían proporcionar pistas sobre los responsables de esta megaproducción de cocaína. Entre los objetos incautados se encontraban teléfonos celulares y radios de comunicación, que serán analizados en busca de información sobre la red criminal.
Ante la imposibilidad de trasladar los insumos y equipos debido a las condiciones geográficas y el riesgo de manipular sustancias peligrosas como ácido clorhídrico y sulfúrico, el laboratorio fue destruido y los productos incinerados en el lugar. Entre lo destruido se encontraban también 1350 kilos de ácido clorhídrico y 350 kilos de ácido sulfúrico, esenciales para el proceso químico de la droga.
