En un reciente comunicado, el Sindicato Único de Trabajadores del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Sutrasernanp) dio a conocer el fallecimiento de Jailer Jota Coquinche, un joven guardaparque de la Reserva Comunal Huimeki. El pronunciamiento emitido por el gremio sindical, señala que el hecho sucedió el 11 de mayo, mientras era trasladado en una avioneta, desde la localidad de Soplín Vargas, en la provincia de Putumayo, hacia la ciudad de Iquitos, en la región Loreto.
De acuerdo con el comunicado, días previos al suceso se advirtió que Jailer Jota Coquinche presentaba síntomas de dengue hemorrágico, sin embargo, no recibió las atenciones médicas a tiempo. A esto se suma que debido a la precariedad de la zona, la posta médica de la localidad no logró estabilizar su estado de salud.
Jailer tenía 24 años de edad y se desempeñaba como guardaparque desde hace un mes y medio. Efectuaba sus labores en el puesto de control y vigilancia Angusilla, de la citada reserva comunal. Ubicado en el distrito de Teniente Manuel Clavero, provincia de Putumayo, zona límite con la frontera de Ecuador y Colombia.
Inforegión entrevistó a Ignacio Sánchez Elizalde, secretario general de Sutasernanp y guardaparque del Parque Nacional Cerros de Amotape, para tener mayor información sobre el pronunciamiento emitido en la página de redes sociales del gremio.
Condiciones precarias en puestos de control
Según el comunicado, se señala que los guardaparques desarrollan sus funciones sin una protección jurídica y sin las mínimas condiciones laborales. En ese sentido, el secretario general de Sutrasernanp indicó que el caso de Jailer Jota Coquinche demuestra la precariedad y las condiciones laborales en las que trabajan los cuidadores de las áreas naturales protegidas (ANP).
“El Sernanp debió tomar las precauciones a tiempo, en el momento en el que se informó sobre el estado de salud del guardaparque, se debió tomar medidas, pero no se brindaron las facilidades a tiempo, (…) ha sido un familiar el que estaba haciendo el traslado con el apoyo de la posta médica”, informó la autoridad.
Asimismo, reiteró la situación en la que desempeñan sus funciones. “El Sernanp siempre trata de ocultar la realidad, la precariedad en la que nos encontramos. (…) Ellos no quieren escuchar, no quieren dar una respuesta a nuestros pedidos de salud. Esto nos preocupa porque no tenemos condiciones de seguridad, salubridad, ni condiciones laborales. Los puestos de control no tienen las condiciones para que un trabajador pueda desempeñar sus funciones a cabalidad”.
Otro tema que responde a las demandas del sindicato es la alimentación que reciben durante sus días de internamiento en los puestos de control, que algunas veces suele darse por 20, 30 y hasta 40 días. “Me preocupa porque hay varios guardaparques que presentan un estado de salud deteriorado, esto es por los estragos de la alimentación (…) ¿Cuál es la alimentación de un guardaparque?, es arroz, fideos, atún y un poco de menestra. Eso es lo que comen durante 30 a 40 días”, lamenta.
Sobre el reglamento para ley del guardaparque
El 23 de marzo de 2024, se publicó la Ley nº 31991, Ley del Cuerpo de Guardaparques del Perú, la cual tiene como finalidad proteger sus derechos como actores estratégicos en la protección y gestión de las ANP. Al respecto, Ignacio Sánchez manifiesta que no se está respetando este principio en la formulación del reglamento, que pondrá en marcha la implementación de la mencionada ley.
“Nos están tratando de imponer jornadas laborales y tablas salariales que no se ajustan a nuestra realidad y al nivel de riesgo al que estamos expuestos. (…) la ley se ha hecho para mejorar, pero no se está cumpliendo”, informa Sánchez.
El líder sindical invocó al jefe del Sernanp y al ministro del Ambiente a que “se trabaje en una reglamentación que refleje la justicia, la realidad, porque el trabajo del guardaparque es ir al puesto de control y se aísla de su familia, de las comunicaciones, de las tecnologías por más de 20 días, además de estar expuestos a una serie de peligros y enfermedades”, puntualiza.
Ignacio remarcó que los guardaparques son trabajadores que, en silencio, contribuyen al desarrollo sostenible por más de 50 años al país. Asimismo, que de los casi 800 guardaparques, el 40% están amenazados por actividades ilícitas e infractores ilegales.
