El uso de fuegos artificiales durante las celebraciones de fin de año genera un incremento de la contaminación ambiental en el Perú, según advierten diversas instituciones como el Senamhi y el Ministerio del Ambiente (Minam).
Aunque los espectáculos pirotécnicos suelen ser parte de las tradiciones festivas en el país, sus efectos negativos sobre el aire y la salud han despertado preocupación entre expertos y la población.
Contaminación del aire por pirotecnia
El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi) reporta que el uso de fuegos artificiales incrementa la concentración de material particulado en el aire. Durante las fiestas de fin de año, esta contaminación puede aumentar en más del 50% en zonas como Lima Metropolitana.
Más allá de la contaminación ambiental, los fuegos artificiales generan otros riesgos. La pirotecnia es una fuente importante de contaminación acústica, afectando no solo a las personas, sino también a animales domésticos que experimentan altos niveles de estrés. Además, el uso inadecuado de estos artefactos puede provocar quemaduras graves, incendios y accidentes que comprometen la seguridad pública.
Impactos en la salud
Según el Minam, los efectos de los fuegos artificiales no se limitan al medio ambiente. La exposición al humo generado por la pirotecnia puede desencadenar problemas respiratorios, alergias y enfermedades cardiovasculares.
En 2022, la Municipalidad de Lima informó que la combinación de contaminación atmosférica y acústica representa un peligro latente durante las festividades, exacerbando la vulnerabilidad de aquellos con afecciones preexistentes.
Iniciativas y recomendaciones
Frente a esta problemática, instituciones como el Minam y la Municipalidad de Lima han promovido campañas de concientización. Estas iniciativas presentan alternativas sostenibles y responsables, como celebraciones sin ruido o el uso de luces LED para reemplazar la pirotecnia tradicional.
El uso de fuegos artificiales no solo afecta al ambiente, sino también a la salud y calidad de vida de los peruanos. La transición hacia prácticas más seguras y sostenibles podría marcar un cambio positivo en las tradiciones festivas del país.