La Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida) ha iniciado la distribución de 1330 núcleos de abejas en los distritos de Mazamari, Pangoa y Río Tambo, ubicados en la región Junín. Esta iniciativa tiene como objetivo fortalecer la apicultura en el Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem) como una alternativa económica sostenible para las familias de la zona.
Cada núcleo entregado por Devida incluye abejas reinas, obreras y zánganos en diferentes etapas de desarrollo, además de panales con miel y polen. Estos componentes son esenciales para establecer colmenas productivas. La selección y preparación de los núcleos se realiza en módulos de reproducción administrados por técnicos de Devida, quienes supervisan la calidad de cada colonia.
Equipos y asistencia técnica para los apicultores
La entrega de los núcleos de abejas viene acompañada de un paquete completo de equipos apícolas. Las familias beneficiarias reciben trajes protectores, ahumadores, herramientas para el manejo de las colmenas y materiales para la cosecha de la miel.
Además, Devida proporciona asistencia técnica continua, que incluye capacitaciones sobre el manejo de los apiarios, sanidad apícola, y procesos de cosecha y postcosecha. Este soporte busca asegurar que los apicultores adquieran las habilidades necesarias para desarrollar una producción eficiente y sostenible.
Reducción del narcotráfico en la zona
Esta iniciativa se enmarca en los esfuerzos de desarrollo alternativo de Devida, que buscan reducir la dependencia de las comunidades del narcotráfico. Según el Informe de Monitoreo de Cultivos de Coca 2024, Devida reportó una reducción de 1908 hectáreas de cultivos de hoja de coca en el Vraem en comparación con el año anterior, marcando la primera disminución en la región en los últimos ocho años.
La apicultura se presenta como una alternativa viable a las actividades ilícitas, ya que, además de ofrecer una fuente de ingresos, fomenta prácticas agrícolas sostenibles que benefician tanto a los productores como al medio ambiente.
Perspectivas de crecimiento
El apicultor Tito Tacunan Javier, de la comunidad Unión Piota en Pangoa, expresó su satisfacción con el apoyo recibido: “Con el acompañamiento técnico, logré iniciar mi producción de miel con colmenas sanas. Hoy soy más consciente del valor ambiental de las abejas y tengo planes de seguir creciendo en esta actividad”.
Este programa no solo beneficiará a las 1330 familias directamente involucradas en el proyecto, sino que también se enmarca en un esfuerzo más amplio para apoyar a un total de 329 familias apicultoras en 22 distritos de las regiones de Ayacucho, Cusco y Junín.
Una alternativa a largo plazo
El fortalecimiento de la apicultura en el Vraem es una muestra del potencial de la región para diversificar su economía. Con la asistencia técnica adecuada y un enfoque sostenible, las familias locales pueden encontrar en esta actividad una forma de mejorar sus ingresos y reducir su involucramiento en cultivos ilegales.
La experiencia de las comunidades en Mazamari, Pangoa y Río Tambo podría servir de modelo para otras zonas del Vraem, donde el narcotráfico sigue siendo un desafío. Con la apicultura como alternativa, Devida avanza en su objetivo de promover economías legales en la región.
