Desde hace siete años, más de 20 familias del caserío Clorinda Matto de Turner, ubicado en el distrito de Mariano Dámaso Beraún, provincia de Leoncio Prado, región Huánuco, se dedican a la crianza de mariposas.
Esta actividad ha permitido mejorar los ingresos económicos de los productores en la zona. Asimismo, también los ha involucrado en el cuidado del ambiente para proporcionar a estos insectos un hábitat adecuado.
La dificultad de cultivar alimentos
Según las familias de la zona, optaron por la crianza de mariposas debido a los problemas que enfrentan en la agricultura. Froylan Roque, presidenta de la junta vecinal de Clorina Matto de Turner, señaló a Inforegión que las plagas y enfermedades afectan las plantaciones.
“Tenemos nuestras chacras agrícolas donde cultivamos café, cacao, plátanos, etc. Pero, lamentablemente, las plagas y enfermedades nos afectan. (…) Las enfermedades comienzan a atacar desde la etapa verde y son devoradas por los gusanos”, explicó Roque.
Luz Basilio, representante de la Administración Técnica Forestal y de Fauna Silvestre (ATFFS), indicó que los suelos de la zona no son propicios para la actividad agrícola. Agregó que la rentabilidad de los cultivos es baja.
Cuidado de los bosques y las mariposas
Para aumentar la producción de mariposas, los productores también tuvieron que preocuparse por el cuidado del ambiente y de estos insectos. Basilio señaló que, con capacitaciones de parte de la ATFFS, las familias aprendieron a conservar las especies en su hábitat.
Añadió que los productores conocen las plantas donde viven las distintas variedades de mariposas. “Los niños ya no ven a las mariposas como parte de la naturaleza, sino como un ingreso para sus familias. (…) Por eso, cuidan las mariposas y las plantas, evitando talar y deforestar”, dijo la ingeniera.
En el mismo sentido, Tajemy Gonzales, emprendedora dedicada a la crianza de estos insectos, mencionó que están evitando el ingreso de cazadores. Además, destacó el apoyo de la ATFFS para preservar los bosques.
Demanda de estos insectos
Basilio comentó que los productores vieron la crianza de mariposas como una fuente de ingresos para ellos y sus familias. Agregó que estas especies tienen una gran demanda en el extranjero, por lo que son disecadas y, posteriormente, exportadas.
Gonzales explicó que, para salvaguardar la sostenibilidad, cada especie se comercializa según su volumen. “Las mariposas Morpho Helena se venden dos veces al año, al igual que las Adonis. Las Nessaeas se venden cada tres meses, y las Monarcas se venden cada 21 días”, dijo la productora.