Este 30 de noviembre se celebra el Día Mundial de la Acuicultura, fecha que busca sensibilizar sobre el trabajo que realizan los productores de peces. En el Perú, esta actividad económica se realiza en varias partes de la Amazonía, como en la región Huánuco.
En este departamento existe gran cantidad de piscicultores, quienes día a día demuestran todo su potencial para salir adelante. Estas historias son un ejemplo de la importancia de la acuicultura para el desarrollo de las comunidades amazónicas.
Piscicultores del caserío de Huánuco
En el caserío Villa Rica, distrito de Santo Domingo de Anda, provincia de Leoncio Prado, surge la historia de Humberto Toro, acuicultor de la zona quien ha salido adelante junto a su familia gracias a esta actividad económica.
De acuerdo a Toro, él empezó con la actividad acuícola de casualidad. “Me dedico al pescado a causa de que el cacao tenía mucha plaga. Recién había sembrado y como no había fuente de ingreso, una vecina me pagó una carrera de mototaxi para llevarla a Aucayaco ya que había una capacitación de piscigranja”, indicó el vecino de Villa Rica.
Tras asistir al taller, Humberto Toro inició en el rubro de los peces, que le ha permitido crecer económicamente. Él resalta el apoyo de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida) con las capacitaciones.
En la misma localidad, otro piscicultor cuenta su historia de éxito gracias al comercio de los peces amazónicos. Teófilo Espíritu señaló a Inforegión que se dedica desde hace tres años a la actividad pesquera. En la actualidad, cosecha mil kilos al año, lo que le permite sacar adelante a su familia.
Actividad acuícola en Campo Grande
En su fundo San Luis, ubicado en el caserío Campo Grande, distrito Pueblo Nuevo, se encuentra Mario Palomino, piscicultor de la zona quien ha podido desarrollar exitosamente la actividad económica. Según contó, comenzó hace un año y medio a criar peces, pero su crecimiento ha sido grande.
En su piscigranja, Palomino cría paco, paiche y tilapia. El llega a producir cinco toneladas de estos peces amazónicos al año. Agregó que el apoyo de Devida fue fundamental para conocer las técnicas que le ayuden a cosechar.
“Llegó Devida por parte del municipio, directo de Tingo María y gracias a ellos me capacité mucho yo mismo. Gracias a ellos pude sobresalir en la crianza de estos animalitos”, dijo Mario Palomino.
Turismo y piscicultura
En el caserío Los Milagros, la historia de éxito de Jones Villanueva también es un ejemplo a seguir. Esto debido a que ha mezclado la actividad acuícola con el turismo. En su piscigranja, el ciudadano permite que los visitantes pesquen los animales que, posteriormente, son cocinados y consumidos.
“Nosotros estamos aprovechando el tema de la piscigranja en relación con el turismo. Podemos criar peces, fomentamos la pesca deportiva a los turistas que vengan, otros quieren comprar paco y les enseñamos cómo pescar. (…) Muchos vienen y les gusta pescar y tienen una visión completa con el paisaje”, dijo Villanueva.
Apoyo de Devida en Huánuco
Glauco Valdivieso, biólogo de Devida, explicó el tipo de apoyo que brinda su institución a los piscicultores de la región Huánuco. De acuerdo a él, desde el 2020 el ente empezó a apoyar a los productores locales, ya que la actividad acuícola tiene un rápido retorno, además de que la carne de pescado cuenta con muchas proteínas.
Agregó que el año que iniciaron, apoyaron a 370 familias. Sin embargo, en la actualidad, superan las 540. Estas se encuentran ubicadas en los distritos de Pucayacu, José Crespo y Castillo, Santo Domingo de Anda, Pueblo Nuevo y Rupa Rupa, en la provincia de Leoncio Prado; y en la zona del Valle del Monzón.
“En el 2024, vamos a incrementar un poco de familias, vamos a llegar a unas 600 familias con dos especies tanto con paco y tilapia. (…) Vamos a ocuparnos también en el tema de cosecha y poscosecha pensando en un mercado nacional”, finalizó Valdivieso.