La conservación de la Amazonía no solo se hace con patrullajes y monitoreos biológicos, sino también con versos y relatos. Así quedó demostrado la noche de ayer en la Plaza de Armas de Tarapoto, donde el Parque Nacional Cordillera Azul (PNCAZ) premió a los ganadores de su I Concurso Interno de Literatura, en el marco de la XV Feria del Libro y Expresiones Culturales de la Amazonía.
El evento, que forma parte de las celebraciones por el 24° aniversario del área protegida, buscó visibilizar la sensibilidad y la creatividad del equipo humano, guardaparques, técnicos y administrativos, que día a día custodia más de 1.3 millones de hectáreas de bosque entre San Martín, Loreto, Ucayali y Huánuco.

Pluma y conservación: Los ganadores
La velada tuvo un protagonista indiscutible: Neiser Arévalo Saldaña, quien logró una hazaña literaria al llevarse el primer lugar en ambas categorías. Su poema «Corazón verde de Cordillera Azul» y su cuento «Sombras del Topa: El Patrullaje de los Ocho» fueron reconocidos por capturar la esencia de la vida en el bosque y la mística de la labor del guardaparque.
El podio de Poesía se completó con Félix Ushiñahua y su obra «Mi gran árbol» (2° puesto) y Erick Fasanando con «Bosque hermoso» (3° puesto). Por su parte, en la categoría Cuento, el segundo lugar fue para Jhon Barco con «El Paquito Azul» y el tercero para Nélida Inche con «La valentía de Teodora», relatos que mezclan la vivencia personal con la riqueza biodiversa del parque.
Un jurado de lujo y un escenario ideal
La transparencia y calidad del certamen estuvieron garantizadas por Teodomiro Chinguel, presidente del Centro Cultural ReZistencia y miembro del Comité de Gestión del PNCAZ, quien tuvo la difícil tarea de evaluar las obras.
La ceremonia adquirió un matiz especial con la participación de Julio Wilber Pareja Velásquez, personalidad homenajeada en esta edición de la Feria del Libro, quien tuvo el honor de entregar los galardones. La cogestión del parque (SERNANP y CIMA Cordillera Azul) agradeció a Miuler Vásquez, organizador de la feria, por facilitar un espacio que permite conectar la labor ambiental con la identidad cultural.

Identidad y pasión
Durante el evento, Gerardo Acuña (Jefatura del PNCAZ) y Alex Reátegui (CIMA) destacaron que este concurso cumple con un objetivo vital: reforzar la identidad del personal. «Incentivar la expresión artística es también una forma de rendir homenaje a los héroes de la conservación», señalaron.
Con música amazónica de fondo y la lectura de los fragmentos ganadores, la noche cerró con una certeza: en el Parque Nacional Cordillera Azul, la protección de la naturaleza inspira arte, y ese arte, a su vez, fortalece el compromiso de seguir protegiendo el pulmón verde del Perú.


