HUÁNUCO. Geremías Santa María, agricultor del distrito de Marías, en la provincia de Dos de Mayo, experimenta una transformación en su vida profesional. Dejando atrás el cultivo de coca, Geremías se dedica con éxito al café, gracias al apoyo de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida). «Todo era coca en el valle, pero ahora trabajamos en libertad con el café», relata Geremías, quien actualmente cultiva 1.5 hectáreas de café.
Este cambio comenzó en 2013, cuando Devida firmó Actas de Entendimiento con las comunidades locales para desarrollar proyectos productivos alternativos. La caficultura emergió como una opción viable, prometiendo mejorar tanto la economía como la seguridad alimentaria en la zona del Alto Huallaga.
Capacitación y técnicas sostenibles
La entidad desempeña un papel en este proceso de transición, proporcionando capacitación a los agricultores en diversas técnicas agrícolas. Geremías y otros productores recibieron formación en abonamiento, poda y manejo sostenible de cultivos. Estas prácticas mejoran la productividad y tienen un impacto ambiental positivo. Geremías destaca, por ejemplo, el uso de guabas para la conservación del suelo.
Como resultado de estas mejoras en las técnicas, Geremías logró aumentar su producción. «Con este café saco adelante a mi familia, mi esposa y mi hija», afirma con orgullo. Su rendimiento actual alcanza hasta 2000 kilos de café por hectárea, un logro que atribuye al uso de fertilizantes adecuados y a la asistencia técnica recibida.
Futuro prometedor
El entusiasmo de Geremías es evidente en cada aspecto de su trabajo. Él implementó un módulo para el procesamiento de postcosecha en su parcela, demostrando su compromiso con la calidad del producto final.
Este agricultor, que alguna vez cultivó coca, ahora sostiene con orgullo un puñado de granos de café recién recolectados, símbolo de su nueva vida y de las oportunidades que ha encontrado en este cultivo alternativo.
