Los peruanos estamos entre lo que hace el Congreso de la República, que “legisla de espaldas al país, y una presidenta a la medida del Congreso. Con bancadas que son envolturas vacías, ficciones de partidos políticos que en realidad son grupos que tienen intereses comunes”.
Así lo expresaron Gino Costa, excongresista de la República, y Úrsula Indacochea, abogada constitucionalista radicada en Washington, Estados Unidos, durante la mesa de análisis con los periodistas de la Red de Medios Regionales del Perú sobre el Congreso, el equilibrio de poderes y los intereses ocultos.
Gino Costa: «Lo que están haciendo es preparándose para el poder»
Para el excongresista Gino Costa, hace mucho tiempo que este Congreso legisla de espaldas al país y esta presidenta que, es una presidenta a la medida del Congreso, porque también conduce el país ignorándolo, dándole la espalda. «Siendo ella y el Congreso abiertamente rechazados en todo el país. Tan es así que se le hace difícil salir de Lima», dijo.
Explica que éste es el resultado de un conjunto de desencuentros y errores. «La fractura entre la presidenta y el país es por las matanzas en las protestas y ahí se abre un abismo imposible de superar, sobre todo porque no ha habido ninguna voluntad de hacerlo, de reconocer alguna responsabilidad política, de ordenar investigaciones».
Al contrario, han sostenido a la fiscal Benavides, que estaba utilizando el cargo para protegerla a ella (Boluarte), a Otárola, a los mandos policiales y militares responsables de las matanzas, dijo.
Perpetuarse en el poder es el plan de la coalición
Costa añadió que, si bien la ilegitimidad del régimen es muy antigua desde que Boluarte se instaló, y la del Congreso es desde antes de instalarse en el Congreso; tienen una legitimidad de origen, fueron elegidos por nosotros.
Ella dentro de la plancha de Castillo y, por el golpe fallido, le toca ser presidenta. Y le hubiera correspondido que adelante las elecciones como se lo pedía el país. No lo hicieron y ahora lo que están haciendo es abusar impúnemente del poder, preparándose para no dejarlo.
«Manejar las elecciones a su antojo, controlar la justicia para perseguir a los enemigos y perpetuarse en el poder es el plan de la coalición gobernante y el país tiene que impedirlo, advierte.
Gino Costa, excongresista
Keiko Fujimori tiene una bancada en alianza que le permite manejar el país
Al consultársele si es posible que el gobierno trabaje sin una bancada en el Parlamento, Costa Santolalla responde que «la bancada mayoritaria del Congreso es la bancada de la presidenta. Tiene una bancada amplísima que es la coalición mayoritaria del Congreso que va desde Cerrón y la bancada magisterial de Pedro Castillo, hasta Keiko Fujimori, Rafael López Aliaga, los Acuña y los Luna».
Afirma además que, desde el 2016 que se inicia la crisis, por primera vez, Keiko Fujimori tiene una bancada en alianza que le permite manejar el país desde el Congreso, que es la meta que se propuso.
Y desde ahí, no solo maneja la Presidencia, sino el Tribunal Constitucional, la Defensoría del Pueblo y ahora quiere manejar la justicia.
Úrsula Indacochea: «No creo que haya un equilibrio de poderes ya»
Sobre la independencia de los poderes del Estado y cómo percibe lo que ocurre en el país, la constitucionalista Úrsula Indacochea dijo: «no creo que haya un equilibrio de poderes ya. Quizás estamos presenciando los últimos momentos de esa separación».
Esto, al ver cómo se está desactivando la Junta Nacional de Justicia y seguirán los organismos del sistema electoral y probablemente la Fiscalía y el Poder Judicial, «que son los únicos que tienen todavía unas burbujas de integridad dentro. Grupos de jueces y fiscales que son honestos e independientes, pero que siguen estando amenazados y presionados por actores que ya están infiltrados en el sistema de justicia».
Respecto al papel de los partidos políticos que están representados en el Parlamento, Indacochea Prevost dijo: «veo que más que bancadas son envolturas vacías, ficciones de partidos políticos que en realidad son grupos de interés que tienen intereses comunes como impunidad y corrupción. Intereses sectoriales porque cada uno se dedica a su propia actividad».
«Estamos un poco dependiendo de que se rompan estos pactos de poder, que las ambiciones entre los que están en poder se controlen y no ante controles legítimos de fuerzas políticas que están intentando gobernar por el bien de la población», opinó.
Acuña y el fujimorismo
Respecto al papel que ha tenido César Acuña en el quehacer político del país, Gino Costa refiere: «Acuña ha sido un aliado del fujimorismo por lo menos desde el 2016 en adelante. Pude ver su actuación en el Congreso. Actuaron de manera conjunta con el Apra y una parte de Acción Popular hasta que se disolvió el Congreso».
Una actuación importante de Acuña, dice: En el primer Congreso fue parte de la comparsa de Keiko. Fue un Congreso que blindada a la corrupción, a los Cuellos Blancos, que se oponían a las reformas institucionales que se reclamaban frente a la corrupción y que, al final, por supuesto, el desenlace fue la disolución.
Luego vino la vacancia de Vizcarra y toda la inestabilidad que sufrimos en ese periodo. Incluso (los de Alianza Para el Progreso) se sumaron al golpe de Merino. Afortunadamente eso fracasó y terminamos con una relativa estabilidad con Sagasti que permitió las elecciones del 2020-2021. Y desde entonces, (Acuña) está en la estructura del poder parlamentario y eso le ha dado ahora una gran influencia sobre el Poder Ejecutivo y otros poderes del Estado.
«Normalmente se habla del fujimorismo porque es la organización más afiatada y quizás con más experiencia de gobierno y con una mirada estratégica de lo que hay que hacer, pero Acuña ha sido parte de esa estructura hasta este momento y es corresponsable de la profunda crisis», refirió el exparlamentario.
«El país está muy pasivo«
Respecto al papel y preparación de los congresistas, Gino Costa dijo que lo que más le preocupa son los intereses que defienden, algo que podemos ver en su conducta. «Porque como representantes del pueblo pueden estar unos más preparados que otros. Pero lo importante es a qué intereses representan y a quién defienden y cómo lo hacen», refiere.
«Y eso es lo que nos indigna a todos, porque vemos que no están interesados en el bien común, en el bienestar y prosperidad de los peruanos, sino en defender intereses que son particulares. No parecen estar preocupados en el país y en la gente trabajadora, gente honesta que se rompe los lomos sino en gente muy poderosa que hacen su dinero de manera ilícita y que actúa impunemente», reflexionó.
Opinó que el país está muy pasivo frente a estos atropellos sostenidos [del Congreso], todos los días. «Me imagino porque la represión fue muy violenta y la gente está asustada, tiene miedo, está cansada y decepcionada de sus líderes», señaló.
«Pero no es momento de estarse lamentado de no tener los liderazgos necesarios ni teniendo miedo porque si no los paramos [al Congreso], esto va a ser terrible, va a ser peor porque se va a imponer una dictadura mafiosa», advirtió.
Gina Costa, excongresista
Bicameralidad y reelección
Úrsula Indacochea dijo sobre la bicameralidad que hay posiciones encontradas porque técnicamente era algo que se venía impulsando desde hace tiempo. Y la idea que está detrás de la bicameralidad
es que los procesos y los procedimientos parlamentarios sean más largos, más reposados.
«Vemos que este Congreso está tan seguro de poder o tener suficientes (candidatos) para ocupar (una curul) que la motivación es la reelección y mantener la captura del Estado. Estamos ante un Congreso capturado con 6 % de aprobación, tan impopulares», dijo.
Y en cuanto a la reelección, señaló que es la fórmula para seguir capturando el Congreso y mantener una fuente de ingreso, porque el Congreso se aprueba a sí mismo su propio presupuesto. Y permanentemente se dan bonos, vacaciones, aumentos de sueldo, etc.
La bicameralidad y sus peligros
«Lo que me preocupa mucho de la bicameralidad es el tema de las acusaciones constitucionales y cómo va a quedar la competencia para esto. Porque la figura de los juicios políticos, que es como el nombre técnico que tiene en los países, normalmente lo realiza el Senado y si se reduce la cantidad de senadores, son menos votos para remover a las altas autoridades», explicó Indacochea Prevost.
«Podríamos tener acusaciones con votos suficientes como para sacar a Jorge Salas Arenas y otros miembros del Jurado Nacional de Elecciones, a miembros de la Junta Nacional de Justicia que no se alineen, después de esta nueva elección. Es decir, un poder para destituir a quien no se alinee con los intereses del Congreso. Eso es muy peligroso», señaló.
El Congreso, los partidos y los movimientos regionales
Sobre el último proyecto de ley aprobado para elevar el número de afiliados necesario para inscribir un movimiento regional, la constitucionalista refirió: «creo que hay un interés en debilitarlos».
«Creo que después del resultado de las últimas elecciones presidenciales que tuvimos, en la que salió elegido Pedro Castillo, fue muy evidente la poca capacidad de arrastre político, la poca fuerza y el poco músculo que tenían los partidos políticos de la derecha o del fujimorismo en el sur del país. Fue tan evidente que en algunos lugares tenía casi al cien por ciento y cero para esas fuerzas políticas».
Entonces -dijo- una manera de hacerlo es poniendo trabas y manipulando las reglas del sistema electoral de las circunscripciones, para que sea más difícil que se mantengan los registros de los partidos y, si no existen registros de los partidos, entonces se restringe el acceso al proceso electoral y se ponen trabas al derecho a ser elegido.
«Eso ha pasado quizás un poco bajo el radar para quienes vemos las cosas desde el extranjero. En Washington se están mirando mucho al Perú, pero pasan tantas cosas todos los días que es muy difícil también seguir el ritmo de estos cambios, acotó.
Úrsula Indacochea, abogada constitucionalista
Alberto y Keiko Fujimori, y el Gobierno
Sobre lo dicho por Alberto Fujimori y la permanencia de Dina Boluarte en el poder hasta el año 2026, Gino Costa dijo que eso confirma lo que ya todos sospechábamos. «Como decía, cuando pierde las elecciones Keiko Fujimori el 2016, dice voy a borrar este Congreso, y se lo propone y destruye al gobierno de PPK».
El excongresista hizo un resumen de lo que ha sucedido desde entonces. Su enfrentamiento y venganza con Vizcarra, el intento de tener un presidente a medida con Merino, el gobierno de Sagasti, las elecciones, la caída de Castillo por el fallido autogolpe de Estado, que «tiene como consecuencia darle el poder al Congreso que dirige Keiko», afirmó.
«Ya no es un Congreso igual al del 2016 en donde ella tiene una mayoría absoluta, pero sigue siendo la fuerza dominante. Y logra el Congreso finalmente por primera vez en casi ocho meses, convertirse en la fuerza dominante, y contar con una presidenta que le rinde cuentas, y que está a su servicio, está sometida», dice.
Además tienen un Tribunal Constitucional, una Fiscal de la Nación, y nombran un Defensor del Pueblo también. Se ha demorado en cuajar este proyecto autoritario desde el Congreso porque todavía no tiene control del Poder Judicial, pensaron que tenía el control de la Fiscalía, pero lo han perdido a manos de un fiscal independiente. Ahora van a ir por las autoridades electorales, porque lo quieren es que esto continúe.
Entonces ya el Congreso ha ganado, y ya los asustó. Ya han dado un mensaje a los jueces y fiscales en general, que si no se alinean con el Congreso, la van a pasar muy mal.
El Defensor del Pueblo y su rol
Para Úrsula Indacochea, el Defensor del Pueblo es el defensor de este Congreso. Relató que hubo una audiencia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (en Washington) para discutir los problemas de la democracia peruana, especialmente de la justicia y en particular del Ministerio Público.
«Estuvo el Defensor y no fue el defensor de la institucionalidad democrática, sino el defensor de este Congreso abusivo y prepotente. Y eso quedó claro para todo el mundo». Y esto confirma lo que sabemos, dice, lo que ha dicho Jaime Villanueva, que era el asesor de Patricia Benavides. Que este Defensor fue nombrado como consecuencia de un pacto debajo de la mesa entre Patricia Benavides y los congresistas, a cambio del archivo de sus denuncias fiscales.
«La figura de Defensor del Pueblo es la de un funcionario que debe salir en defensa a los ciudadanos frente a la arbitrariedad de las agencias estatales, del poder político».
Úrsula Indacochea, constitucionalista
Y el día en que se presentó el Defensor del Pueblo, lo que primero me llamó la atención fue el hecho que se sentó del lado del poder político y no desde la posición de los ciudadanos. Eso fue la contradicción más básica de su mandato. Él no ha respondido, además, al cuestionamiento de su gestión interna. Altos funcionarios de la Defensoría del Pueblo han renunciado. No está tomando las riendas de la institución. No deslinda con el Poder Ejecutivo ni deslinda de los actos del Poder Legislativo. Y si lo hace, lo hace de una manera silenciosa, opinó.
Gobierno híbrido cercano a la dictadura
Sobre la respuesta del Estado ante las muertes de Juliaca, Ayacucho, Gino Costa dijo que la contestación ha sido desconocer todo, no investigar los hechos. Y asegurarse que, a través de la Fiscalía de la Nación, no se investiguen. Estos hechos ayudan a explicar tanta pasividad de los ciudadanos, expresó.
Y frente a la falta de liderazgos dijo que deben construirse en la lucha. «No tenemos liderazgos sociales ni políticos ahora. Para una salida democrática en el 2026 necesitamos unas elecciones limpias, pero si no hacemos nada ante este Congreso no vamos a lograrlo».
«Debemos organizarnos social y políticamente para asegurar que las elecciones sean limpias; esa va a ser la pelea, pero tiene que ser alrededor no de una mesa, sino de la lucha en las calles. Se requiere evitar una alternativa de gobierno mafioso, porque a ellos no les importa la democracia», aseveró.
Úrsula Indacochea
También opinó que, lo que fue en un momento el campo democrático que evitó el regreso del fujimorismo, ese frente democrático se vino abajo. Y se vino abajo también sobre todo por Cerrón y por Castillo. Castillo tuvo una gran responsabilidad, defraudó a muchos ciudadanos.
Perú visto desde Estados Unidos
Úrsula Indacochea, quien reside en Washington, dijo que la lectura de Estados Unidos respecto al Perú no se puede entender si no se ve en el contexto de la situación en Latinoamérica. Los EEUU han sido muy firmes en rechazar la corrupción al apoyar al gobierno de Guatemala, pero esa postura es el resultado también de tener que frenar la migración. Y sus socios para frenar esa migración son Guatemala y México.
Los EEUU están tratando de equilibrar su apoyo con el propósito de no perder el ap
oyo de otros países, frente al avance de China y Rusia. Eso hay que entenderlo para comprender por qué EEUU no ha sido tan duro con el gobierno del Perú.
Pero en EEUU hay otras voces diferentes, como son los casos de algunos congresistas y otros que han estado muy preocupados por Perú en el marco de la OEA. Las organizaciones como WOLA, Human Rights y otros, estamos tratando de levantar y hacer visible lo que está pasando en el Perú, pero en el mundo y para EEUU hay tantos otros problemas, como la guerra en Ucrania, o el conflicto en Gaza.
Los ataques al JNE van a subir el tono
«Creo que ahora, se está inclinado la balanza con los ataques al Jurado Nacional de Elecciones. Salas Arenas lo dijo en Washington, y también por el caso de la Junta Nacional de Justicia», dijo la especialista constitucional.
«¿Qué va a pasar? Creo que va haber una subida de tono; ya se ha pedido ante la CIDH que vea el caso del Perú, la presión de la comunidad internacional es importante; que se ponga al Perú en el Capítulo IV, en donde están Cuba, Venezuela, Nicaragua. Es significativa la crisis democrática en el Perú».
«Hay un desequilibrio de poderes en el Perú. Estamos acercándonos a la no separación de poderes. Y lo pueden parar los ciudadanos haciendo sentir nuestra voz y también la comunidad internacional», opinó.
Úrsula Indacochea
Finalmente dijo que, de otro modo, nos alejaría de las aspiraciones de formar parte de la OCDE, como también la no protección del medio ambiente y las facilidades a la minería ilegal.
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