Frente al creciente volumen de residuos que terminan en vertederos, botaderos informales o directamente en el ambiente, la economía circular se presenta como una alternativa para mejorar el uso de los recursos y reducir la presión sobre el entorno. A diferencia del modelo lineal, que se basa en extraer, producir, consumir y desechar, la economía circular busca aprovechar al máximo los materiales disponibles.
Según el Global Circularity Gap Report 2024, solo el 7,2 % de la economía mundial es circular, lo que revela una amplia brecha entre el modelo actual y el potencial de sostenibilidad. En este contexto, la ONG Recicla Latam promueve la adopción de prácticas que se alineen con los principios de la economía circular.
Principios de la economía circular
Fiorella Danjoy, directora regional de Recicla Latam, señala que la economía circular se basa en tres pilares fundamentales: reducir, reutilizar y reciclar. Reducir implica un consumo responsable que evite la generación innecesaria de residuos. Reutilizar se refiere al aprovechamiento de materiales y objetos para nuevas funciones. Reciclar, por su parte, busca prolongar la vida útil de los materiales mediante su procesamiento y reinserción en la cadena productiva.
“La aplicación de estos principios permite minimizar la extracción de materias primas vírgenes y reducir significativamente la cantidad de residuos sólidos”, indica Danjoy.
Recomendaciones prácticas
Desde la ONG, se proponen cinco acciones para facilitar la adopción de hábitos circulares en la vida diaria:
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Separación de residuos desde el origen. Clasificar adecuadamente materiales reciclables como papel, cartón, plástico, vidrio, metal o Tetra Pak desde el hogar.
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Uso de puntos limpios. Identificar estaciones de reciclaje o programas de segregación en el distrito para disponer correctamente los residuos.
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Evitar productos de un solo uso. Priorizar productos reciclables que puedan reintegrarse al sistema productivo.
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Limpieza de materiales reciclables. Retirar restos de comida o líquidos para facilitar su reciclaje y evitar la contaminación de otros residuos.
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Fomento del reciclaje en la comunidad. Promover prácticas sostenibles entre familiares, vecinos y grupos cercanos.
Impacto social, económico y ambiental
La implementación de la economía circular genera beneficios en distintos niveles. Desde el punto de vista social, contribuye a entornos más limpios y saludables. En el aspecto económico, mejora la gestión municipal y crea empleos vinculados a la recolección, clasificación y valorización de residuos. Ambientalmente, ayuda a conservar los recursos naturales y reduce las emisiones contaminantes.
