Cada 20 de mayo celebramos el Día Mundial de la Abeja, fecha que nos recuerda la importancia crucial de estos polinizadores para garantizar la seguridad alimentaria, preservar la biodiversidad y mantener el equilibrio de la vida en nuestro planeta. No obstante, un reciente informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) del 2023 advierte sobre las graves amenazas que enfrentan las abejas debido a las prácticas de monocultivo intensivo y el uso indebido de plaguicidas.
Por ello, es urgente tomar medidas para proteger a estos vitales insectos y salvaguardar los ecosistemas de los que dependen millones de personas en todo el mundo.
El papel vital de las abejas
Las abejas no solo son claves en la economía de miles de familias por la producción de miel, jalea real y polen, sino que son los principales polinizadores de diversas especies de plantas a nivel global. De acuerdo con la Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES), la abeja occidental es el polinizador más extendido en el mundo, y más de 80 millones de colmenas producen 1.6 millones de toneladas de miel anualmente.
“Algunos polinizadores como las abejas, los pájaros y los murciélagos contribuyen al 35 % de la producción agrícola total mundial, pues polinizan 87 de los 115 cultivos alimentarios principales del mundo”, señala este informe. Asimismo, destaca que cerca del 75 % de los cultivos de todo el mundo que producen frutas o semillas para uso humano dependen, al menos en parte, de los polinizadores.
En peligro
Sin embargo, estas laboriosas obreras se encuentran amenazadas por diversas causas como el cambio climático y las prácticas agrícolas intensivas. Según el informe de la FAO, este último factor, sumado al uso excesivo de pesticidas, afecta drásticamente sus fuentes de alimento y sitios de anidación, las expone a sustancias químicas nocivas y deteriora su sistema inmunológico, poniendo en riesgo su supervivencia.
Ante esta alarmante situación, se insta a gobiernos, organizaciones y ciudadanos a tomar medidas para proteger a las abejas y otros polinizadores. Entre ellas se encuentran: plantar flores con néctar, comprar miel a apicultores locales, concientizar a niños y jóvenes, instalar granjas de polinizadores y utilizar pesticidas de forma responsable.
Además, es importante resaltar que la legislación constituye una herramienta clave para promover prácticas como el manejo integrado de plagas y el uso responsable de pesticidas, lo cual contribuye a proteger las actividades apícolas y salvaguardar la diversidad de polinizadores en el país. En Perú existe un Plan Nacional de Desarrollo Apícola 2015-2025, enfocado en incrementar la producción, productividad y rentabilidad de esta actividad.
Ausencia de estudios sobre abejas
“Nunca se han preocupado por realizar inventarios y estudios sobre las abejas silvestres en Perú, a pesar de que son los principales polinizadores de muchos cultivos y plantas silvestres”, señaló Claus Rasmussen en una entrevista con Conservación Internacional. El experto fue parte del ‘Estudio de Polinizadores en la subcuenca Alto Mayo, San Martín, Perú’, realizado entre mayo y septiembre de 2015 y ‘Abejas sin aguijón en Loreto’ publicado en 2019.
Según estos estudios, se calcula que en el territorio peruano habitan alrededor de 175 especies de abejas sin aguijón. No obstante, se hace hincapié en que faltan muchas otras especies por descubrir y se requieren de más y nuevas investigaciones al respecto.
Dato
De acuerdo con datos del último Censo Nacional Agropecuario (Cenagro), en nuestro país existen 252,329 colmenas instaladas y 41,327 apicultores en todo el territorio nacional.
