Cada 16 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Alimentación, una fecha que recuerda el enorme reto que supone el desperdicio de alimentos a nivel global. En Perú, el problema no es menor: se pierden más de nueve millones de toneladas de alimentos al año, según el Banco de Alimentos Perú, lo que equivale a 67 kilogramos por persona. Este desperdicio contrasta dramáticamente con la realidad de millones que sufren hambre.
Un desafío global con impacto local
A nivel global, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) estima que cada año se pierde cerca del 14% de los alimentos durante las etapas de cosecha y distribución, con un valor aproximado de 400 mil millones de dólares. Esta pérdida genera un impacto negativo no solo en la disponibilidad de alimentos, sino también en el ambiente, ya que un cuarto de las emisiones relacionadas con la producción de alimentos termina siendo en vano al convertirse en desechos.
En Perú, la industria alimentaria busca asumir un rol de liderazgo en la lucha contra el desperdicio a través de diversas estrategias innovadoras, que no solo optimizan sus procesos productivos, sino que también reducen los desechos en toda la cadena de suministro.
Innovaciones para reducir el desperdicio
Diego Carrillo, director comercial de Tetra Pak Perú, resalta seis iniciativas clave que las empresas del sector alimentario pueden adoptar para minimizar el desperdicio de alimentos:
- Equipamiento adecuado del personal: Para reducir las pérdidas y optimizar la producción, es fundamental dotar al personal con tecnologías avanzadas que les permitan monitorear cada etapa en tiempo real. El uso de herramientas digitales, junto con la inteligencia artificial, facilita decisiones más rápidas y eficientes, minimizando el desperdicio de alimentos.
- Envasado que prolonga la vida útil de los productos: La implementación de tecnologías de envasado aséptico permite extender la vida útil de productos perecederos como la leche y los jugos. Estos envases protegen los alimentos de factores externos como la luz, el aire y los microorganismos, sin necesidad de conservantes ni refrigeración, lo que facilita su almacenamiento y transporte.
- Tecnología para la reducción del desperdicio: Empresas como Tetra Pak lideran innovaciones en equipos de procesamiento y envasado que no solo disminuyen el consumo de recursos esenciales como el agua y la energía, sino que también minimizan las pérdidas de alimentos a lo largo del proceso productivo.
Compromiso con la sostenibilidad
- Producción bajo demanda: La fabricación a pedido evita la producción excesiva, generando únicamente lo que se necesita. Esta estrategia reduce considerablemente el desperdicio innecesario y fomenta procesos circulares que mejoran la eficiencia operativa.
- Uso de materiales reciclables y sostenibles: Optar por materiales más fáciles de reciclar, como el cartón, ayuda a reducir la huella ecológica de las empresas. Esto contribuye a una economía circular en la que los residuos pueden transformarse en nuevos productos.
- Colaboración en la cadena de valor: La cooperación entre empresas es clave para reducir los residuos a lo largo de la cadena de suministro. Mediante alianzas estratégicas, las organizaciones pueden optimizar sus procesos y reducir el desperdicio en cada etapa, desde la producción hasta la distribución.
