En el marco del Día Mundial de la Salud Mental, el Centro de Información y Educación para la Prevención del Abuso de Drogas (CEDRO) alertó que la atención a los trastornos mentales en el Perú sigue siendo una deuda pendiente. Según datos del Ministerio de Salud, durante el año 2024 más de 1,3 millones de personas acudieron a los servicios de salud por problemas emocionales o psicológicos. En total, se registraron 6,8 millones de atenciones relacionadas con salud mental.
El incremento en la demanda de servicios pone en evidencia una mayor visibilización del problema, pero también muestra las limitaciones actuales del sistema de salud para responder adecuadamente.
Ansiedad, depresión y alcoholismo: los diagnósticos más comunes
De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Mental (INSM), los trastornos más frecuentes son la ansiedad, la depresión y el consumo problemático de alcohol. La depresión afectó a más de 250 mil personas, de las cuales el 75 % fueron mujeres.
A nivel internacional, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que 970 millones de personas viven con algún trastorno mental. Esto representa una de cada ocho personas en el mundo. La pandemia por COVID-19 provocó un aumento del 25 % en los casos de ansiedad y depresión, con efectos que aún persisten.

Brechas de atención y necesidad de acción conjunta
Actualmente, el Perú cuenta con 291 Centros de Salud Mental Comunitarios, los cuales acercan servicios psicológicos y psiquiátricos a distintas regiones. Sin embargo, CEDRO advierte que no son suficientes para cubrir la demanda existente y garantizar el acceso universal a la atención en salud mental.
“La salud mental dejó de ser un tema invisible. Hoy sabemos que la ansiedad, la depresión y el consumo problemático de alcohol están presentes en todos los grupos sociales. No podemos seguir postergando esta conversación”, declaró Milton Rojas, Coordinador de Salud Mental de CEDRO.
Recomendaciones para el bienestar emocional
Rojas también recordó cinco acciones cotidianas que pueden ayudar a mantener el equilibrio emocional: dividir las tareas para evitar el agobio, identificar el estado emocional mediante una escala tipo semáforo, desconectarse 10 minutos al día, reconocer situaciones personales bien resueltas y realizar gestos positivos diarios.
El especialista insistió en que “promover el bienestar emocional no es solo tarea del Estado. Es una responsabilidad compartida. Hablar de salud mental es invertir en convivencia, esperanza y calidad de vida”.
Salud mental: prioridad pendiente
CEDRO subrayó que hablar de salud mental es una necesidad urgente, especialmente en un contexto donde el estrés, la ansiedad, la depresión y el abuso de sustancias afectan a una parte considerable de la población.
En el Día Mundial de la Salud Mental, la organización recordó que invertir en salud mental es clave para mejorar la calidad de vida de la ciudadanía y construir una sociedad más saludable y equitativa.


