“Nosotros, los jóvenes, estamos liderando las principales iniciativas contra el cambio climático”, afirma Carlos Lozano, joven dirigente del pueblo Kichwa de la Amazonía peruana. Lozano integrará la delegación que participará en la COP30, a realizarse en Belém, Brasil, junto con otros cinco jóvenes indígenas de Perú, Ecuador, Colombia, Brasil y Venezuela.
Los participantes forman parte del proyecto Ciencia y Saber Indígena por la Amazonía, liderado por el Instituto del Bien Común (IBC) en el marco de la Red Amazónica de Información Socioambiental Georreferenciada (RAISG).
“Llevamos un mensaje de esperanza, de motivación, para que, a nosotros, los pueblos indígenas, nos puedan incluir como parte de la solución al cambio climático, porque son nuestros territorios los que siempre se negocian y se ponen en el centro de la mesa de los debates, sin incluirnos, quizá, a nosotros”, añadió Lozano.
Evidencia científica y saberes tradicionales
La iniciativa Ciencia y Saber Indígena por la Amazonía combina el análisis de las dinámicas de conservación y pérdida del carbono aéreo (forestal) en la región amazónica entre 2000 y 2023 con el estudio de los conocimientos y prácticas de los pueblos indígenas en la gestión de paisajes.

Los resultados muestran que los territorios indígenas y las áreas naturales protegidas tienen un papel clave en la estabilidad climática. “Con la información disponible es posible afirmar que la superposición entre territorios indígenas y áreas protegidas podría estar actuando como un mecanismo de doble resguardo, capaz de mitigar con mayor eficacia los efectos del cambio climático sobre el almacenamiento de carbono en la región”, indicó Mireya Bravo, líder del proyecto y representante del IBC.
Bravo, quien moderará el evento “La Amazonía en el corazón de las metas climáticas: acción global para evitar el punto de no retorno”, presentará además un análisis sobre los compromisos climáticos asumidos por los gobiernos de la región y las proyecciones del carbono almacenado en los bosques amazónicos hacia 2030.
“Los resultados son claros en cuanto a la necesidad de fortalecer la gobernanza territorial indígena y gestión en las áreas naturales protegidas, incorporando efectivamente a las comunidades locales e indígenas en la toma de decisiones y gestión territorial y manteniendo el diálogo entre ciencia y saber indígena para asegurar la resiliencia climática”, señaló.
Eventos y articulación regional
Durante la COP30, que se desarrollará entre el 10 y el 19 de noviembre, la RAISG participará en una docena de actividades enfocadas en la defensa de la Amazonía frente a los impactos del cambio climático. La investigadora Carolina Perret, del IBC, explicó que “las presiones actuales están llevando a los ecosistemas amazónicos cada vez más cerca de un punto de no retorno”.
Entre las actividades, los representantes del pueblo Kakataibo de Perú, Mariela Pérez y Ronald Pino, sostendrán un encuentro con integrantes del pueblo Mapuche de Chile durante el evento “Pueblos indígenas, tradicionales y luchas territoriales”, que se realizará el 10 de noviembre en la Universidade da Amazônia (UNAMA).

Cooperación internacional por la Amazonía
Nicole Moreno, responsable de las iniciativas de RAISG en el IBC, participará en el evento “Monitoreo territorial en la Amazonía”, organizado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTC). Según indicó, la COP30 representa una oportunidad para reforzar el reconocimiento del papel de la Amazonía y de sus pueblos en la estabilidad del clima planetario.
Moreno destacó además la colaboración entre organizaciones amazónicas, como la establecida entre la RAISG y la Alianza Noramazónica, cuyos estudios sobre conectividad ecosistémica, cultural y climática serán presentados durante la cumbre junto con los de Aguas Amazónicas y el Panel Científico por la Amazonía.
Con estas contribuciones, la RAISG busca aportar evidencia científica y territorial que sustente la necesidad de fortalecer la protección de la Amazonía y reconocer el papel de los pueblos indígenas como actores fundamentales en la acción climática global.


