El mono tocón, conocido científicamente como Callicebus oenanthe, es una especie endémica de la región San Martín en Perú. Este pequeño primate, que alcanza los 60 centímetros de longitud y pesa alrededor de un kilogramo, habita en los bosques del Alto Mayo y las cuencas de los ríos Mayo y Huallaga. Sin embargo, su población ha disminuido drásticamente, al punto de ser catalogado en “peligro crítico de extinción” por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
La principal amenaza para esta especie es la deforestación. San Martín es una de las regiones más afectadas por la pérdida de bosques en Perú, impulsada por la expansión ganadera y agrícola desde los años 80. Según estudios recientes, el área de distribución original del mono tocón se ha reducido a fragmentos que abarcan menos de 5000 kilómetros cuadrados, lo que dificulta su supervivencia y el intercambio genético entre sus poblaciones.
Caza y tráfico ilegal
Además de la pérdida de hábitat, el mono tocón enfrenta amenazas directas como la caza indiscriminada. Es capturado tanto por su carne como para ser vendido como mascota en el mercado ilegal. Estas prácticas han contribuido a que sea considerado una de las 25 especies de primates más amenazadas del mundo.
Su vulnerabilidad también está vinculada a sus características sociales y biológicas. Los tocones son monógamos y viven en pequeños grupos familiares, lo que limita su capacidad de recuperación frente a estas amenazas. Su dieta incluye frutas, insectos, semillas, hojas y flores, lo que los convierte en una pieza clave para el equilibrio de los ecosistemas que habitan.
Esfuerzos de conservación
Ante este panorama, organizaciones locales como el Proyecto Mono Tocón han liderado iniciativas para preservar esta especie. Fundado en 2007 por la asociación francesa Le Conservatoire pour la Protection des Primates, este proyecto combina conservación, investigación y educación ambiental.
En localidades como Calzada y Yantaló, el proyecto ha promovido la participación de las comunidades locales en la protección del mono tocón. También ha realizado estudios sobre el comportamiento y la dieta de la especie, así como investigaciones que evidencian variaciones en la coloración de los individuos, posiblemente relacionadas con su distribución geográfica.
Educación como herramienta clave
Uno de los objetivos a largo plazo del Proyecto Mono Tocón es implementar programas educativos en las escuelas de San Martín para sensibilizar a las nuevas generaciones sobre la importancia de proteger a esta especie única. Estas actividades buscan generar conciencia sobre la biodiversidad de la región y promover prácticas sostenibles que permitan la convivencia entre las comunidades humanas y la fauna silvestre.