En los últimos años, el proyecto de construir una carretera vecinal entre las localidades de Vista Alegre y Alto Mishahua, en la región de Cusco, ha provocado la oposición tanto de organizaciones indígenas como de expertos.
Esto se debe a la seria amenaza que representa para los pueblos indígenas en aislamiento y contacto inicial (PIACI) que residen en la Reserva Territorial Kugapakori, Nahua, Nanti y Otros (RTKNN). El Ministerio de Cultura (Mincul) ha emitido una opinión técnica negativa sobre el proyecto, mientras que diversas organizaciones han expresado públicamente su rechazo. Sin embargo, la municipalidad distrital de Megantoni parece desentenderse del proyecto.
Desarrollo del proyecto
El proyecto ‘Construcción del Camino Vecinal del Sector Vista Alegre Mishahua hacia Alto Mishahua’ fue promovido por la municipalidad de Megantoni en 2019, con el objetivo de establecer una conexión vial de aproximadamente 45 kilómetros de extensión. Su propósito principal es «facilitar la conectividad de las comunidades de Alto Mishahua con sus áreas de producción, especialmente en el ámbito agrícola».
Luego de presentado ese mismo año ante el Servicio Nacional de Certificación Ambiental para las Inversiones Sostenibles (Senace), el proyecto recibió en 2020 una clasificación en la categoría II, lo que implica la necesidad de elaborar un Estudio de Impacto Ambiental (EIA) semidetallado.
En el mismo año, el Mincul, organismo rector en asuntos relacionados con los PIACI, emitió una opinión técnica negativa sobre el proyecto. Se advirtió principalmente sobre los diversos riesgos que la proximidad de la carretera a la reserva implicaría, dado que el último tramo se ubicaría a tan solo 160 metros del límite de la RTKNN, facilitando así el acceso masivo e ilegal a este territorio protegido por ley.
Observaciones del Mincul
El Mincul evaluó la propuesta y señaló que aunque el área donde se ejecutará el tramo no se superpone con la RTKNN, sus áreas de influencia ambiental directa e indirecta sí se encuentran superpuestas a la reserva. Por lo tanto, solicitó modificaciones en el tramo final para evitar impactos negativos en la reserva.
Al respecto, la municipalidad de Megantoni modificó el área de influencia del proyecto. Sin embargo, este cambio careció de un respaldo técnico adecuado, ya que no se presentó la metodología utilizada. En consecuencia, el Mincul requirió que dicha modificación y reducción sea debidamente fundamentada: un pedido que no se cumplió.
Otra observación importante que emitió el Mincul fue la falta de consideración del marco normativo en materia de PIACI, dado que a pesar de la cercanía del área del proyecto con la RTKNN, no se incluyó ninguna normativa relacionada al tema.
Riesgos del proyecto
«Este proyecto vulneraría el derecho a la vida de nuestros hermanos en aislamiento voluntario de esta reserva. Los empujaría al exterminio. Ninguna actividad económica debería pasar por encima de los derechos de estos pueblos altamente vulnerables», señaló a Inforegión, Julio Cusurichi, integrante del Consejo Directivo de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep).
Según un informe del Proyecto de Monitoreo de la Amazonía Andina (MAAP por sus siglas en inglés) la ejecución de este proyecto plantea una seria preocupación en cuanto a la seguridad de los PIACI, ya que la cercanía del último tramo con la RTKNN facilitaría el acceso a actividades ilícitas en la zona, lo que aumentaría el riesgo de contacto con los PIACI y pondría en peligro sus vidas.
El reporte de MAAP también evidenció que, en un área de influencia de solo 5 km alrededor de la ruta proyectada, ya se han perdido 2,318 hectáreas de bosque desde el 2001. Además, se identificó una pista de aterrizaje clandestina a solo 6 km del último tramo proyectado.
Rechazo de organizaciones indígenas
A través de un comunicado público, Aidesep, la Coordinadora Regional de los Pueblos Indígenas de Aidesep-Atalaya (Corpiaa), y el Consejo Machiguenga del río Urubamba (Comaru), expresaron su rechazo a esta iniciativa. Advirtieron que lejos de generar algún «desarrollo», la construcción vial facilitaría la invasión masiva de madereros ilegales y narcotraficantes, ya presentes en la zona, incrementando la deforestación y la expansión de actividades ilícitas en los territorios ancestrales de los PIACI.
«También vendrán más graves enfermedades como las IRA y EDA de las cuales los hermanos PIACI de la RTKNN ya han sido afectados en numerosas ocasiones por brotes de estas enfermedades traídas por agentes externos causando inclusive la muerte de muchos hermanos Nanti y Nahua», subraya el comunicado.
Actualización del caso
Aidesep recibió un oficio con fecha del 27 de marzo de 2024, emitido por Jose Villena, coordinador zonal de Cusco en Provias Descentralizado, unidad ejecutora del Ministerio de Transportes y Comunicaciones. El documento indica que tras recurrirse al Instituto Vial Provincial de La Convención, no se encontró registros en la base de datos relacionados con la construcción de la carretera.
Además, según la gerencia de infraestructura de la municipalidad distrital de Megantoni, la propuesta se contempló como una «idea» de la gestión anterior y actualmente se descarta cualquier tipo de intervención vial. Sin embargo, esta «idea» está registrada como un Proyecto General y cuenta con un expediente técnico aprobado mediante Resolución de Gerencia Municipal N° 367-2019-GM-MDM/LC.