El Gobierno Regional del Cusco confirmó que está listo el expediente técnico para levantar el nuevo Hospital San Juan de Kimbiri, infraestructura que demandará una inversión de S/ 325,777,369.91. La obra se ejecutará en administración directa por contrata y tendrá un plazo de 900 días calendarios.
La gestión regional ya inició los trámites ante el Ministerio de Salud con la finalidad de asegurar el financiamiento necesario para convocar la licitación y garantizar que la construcción comience en 2026.
Según el documento técnico, el hospital se edificará en el sector Palmapata, distrito de Kimbiri, provincia de La Convención, sobre un terreno de 4,829.31 m². El área se encuentra a 2.6 kilómetros del establecimiento actual, recorrido que toma cerca de 15 minutos a pie.
Infraestructura para una atención integrada
La ubicación propuesta permitirá reorganizar los servicios de salud que hoy operan en espacios fragmentados y con infraestructura que no cumple los estándares establecidos por el Ministerio de Salud. La atención beneficiará a más de 60 mil habitantes de la Red Kimbiri–Pichari, en Cusco, y de la Micro Red Valle Esmeralda, en Junín.
Las proyecciones poblacionales elaboradas para 2020 por la GERESA Cusco y la DIRESA Junín muestran una población predominantemente joven: el 34.25% tiene entre 0 y 14 años, mientras que el 52.90% se encuentra entre los 20 y 59 años. Las zonas comprendidas incluyen comunidades asháninkas y machiguengas.

El anuncio se da en un distrito declarado en Estado de Emergencia por la persistente presencia del narcotráfico. Recientes operativos del Comando Especial VRAEM y la Policía Nacional revelaron la destrucción de laboratorios ilícitos, situación que evidencia los riesgos que enfrenta la población civil.
Autoridades destacan alcance social de la obra
El gobernador regional Werner Salcedo Álvarez afirmó que este proyecto es una apuesta política para fortalecer la presencia estatal en una zona crítica. “No aceptamos un VRAEM sin derechos. Aquí luchamos contra el crimen, pero sobre todo por la vida. Este hospital no es un proyecto; es presencia del Estado, es esperanza y es justicia social para miles de familias que no pueden esperar más”, señaló.
Añadió que continúa gestionando los recursos ante el Ejecutivo para evitar más retrasos y permitir que el hospital se integre a la reforma de salud territorial del sur del país. “La obra forma parte del compromiso de inversión social del Cusco. Desde Kimbiri, donde hoy enfrentamos la emergencia, empezamos también la reconstrucción”, sostuvo.
Servicios especializados y atención integral
El proyecto incluye una amplia cartera de servicios, como medicina general, interna, neumología, infectología, pediatría, gineco-obstetricia, cirugía general, traumatología, anestesiología, odontología, nutrición y psicología. También se incorporarán áreas de telemedicina, inmunizaciones, salud infantil, planificación familiar, prevención de tuberculosis y consejerías para diversas etapas de vida.
La infraestructura contemplará un servicio de Emergencia con áreas diferenciadas para adultos y niños, shock trauma, reanimación y atención gineco-obstétrica. Además, habrá un centro obstétrico, un centro quirúrgico con salas de operaciones y recuperación, y ambientes de hospitalización ajustados a la normativa ministerial.

Población beneficiada en Cusco y Junín
El hospital atenderá a los 22 establecimientos de salud de la Red Kimbiri-Pichari, que agrupa a 40,312 habitantes, y a los 14 establecimientos de la Micro Red Valle Esmeralda, con 19,867 residentes, según cifras del INEI 2020. Estos establecimientos están distribuidos en distritos como Kimbiri, Pichari, Villa Kintiarina, Villa Virgen, Pangoa, Río Tambo y Vizcatán del Ene.
Impacto en comunidades nativas
Las comunidades asháninka y machiguenga serán beneficiadas directamente. Estas poblaciones enfrentan graves brechas en anemia, desnutrición, acceso a servicios de salud, personal bilingüe y atención oportuna frente a enfermedades prevenibles. Además, sufren afectaciones constantes por actividades ilegales como tala, minería y narcotráfico.
El documento también destaca que, en el caso del pueblo matsigenka, muchas comunidades solo pueden ser alcanzadas por vía fluvial o aérea, lo que limita la presencia de servicios básicos y vuelve prioritario garantizar su acceso a atención médica.


