Iquitos se convirtió en el epicentro de la Cumbre Amazónica del Agua, que se extenderá hasta el 3 de octubre y comenzó con una serie de actividades simbólicas y religiosas. La inauguración incluyó una misa en la iglesia matriz el 30 de septiembre, seguida de la proyección del audiovisual Agua y Amazonía y un espacio de reflexión con representantes de Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, El Salvador, España, Estados Unidos, Italia, México y Perú.
En la apertura oficial participaron representantes de pueblos indígenas, jóvenes, la Iglesia amazónica y el Vaticano. Durante el acto, Mariluz Canaquiri, presidenta de la Federación Kukama Huaynakana Katawara Kana, subrayó:
“Defender los ríos nos da vida y dejará vida a nuestras futuras generaciones (…) Sin ríos no hay bosque y sin bosque no hay vida”.
Voces indígenas y eclesiales sobre la defensa del agua
El pueblo Kukama, presente en la cuenca del río Marañón, ha liderado luchas para que este afluente sea reconocido como sujeto de derechos. Sin embargo, según Canaquiri, la sentencia que lo protege aún no se cumple y los daños al ecosistema continúan.
El obispo de Iquitos, Mons. Miguel Ángel Cadenas, recordó dos episodios que reflejan la vulnerabilidad de la Amazonía: el derrame de más de 5500 barriles de petróleo en el río Pastaza en 2000 y la falta de acceso al agua potable en asentamientos de Punchana. “La mejor manera de conocer a un río es sintiéndolo”, expresó, citando a Juan Carlos Galeano.

Por su parte, el cardenal Michael Czerny, prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, envió un mensaje en el que advirtió que “el agua no es solamente un recurso ‘útil’, sino un derecho humano fundamental, un bien común que debemos custodiar y compartir”. También enfatizó que, donde el agua se contamina o se privatiza, se vulnera la dignidad de los pueblos.
El cardenal Pedro Barreto, presidente de la Conferencia Eclesial de la Amazonía, resaltó la importancia de que el evento se realice en Iquitos, una ciudad donde cerca del 60% de la población carece de acceso a agua potable.
Una agenda para la acción colectiva
La cumbre también destaca el rol de los jóvenes. Micaela Mercado Flores, de la Cumbre Juvenil Amazónica, aseguró que “esta no es una lucha de edades, es una lucha de todos. El agua es cultura, es identidad”.
En la misma línea, Abel Chiroque, representante de la Defensoría del Pueblo en Loreto, recalcó que la minería ilegal se expande sin control, impulsada por el precio del oro, y advirtió que la reunión debe servir para unir esfuerzos concretos: “La cumbre es un llamado a la acción, no un espacio para simples pronunciamientos”.
El programa contempla espacios de diálogo y análisis. Entre ellos, el “Café Global”, el panel Agua y Justicia y el conversatorio Agua y comunidades: Diversidad e interconexiones biológicas y culturales en la Amazonía. El jueves 2 de octubre se realizaron 13 talleres simultáneos y el viernes 3 se cerrará con una reflexión inspirada en la exhortación Querida Amazonía y la lectura de la declaración final.
*Fuente: CAAAP


