Durante la segunda semana de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP29), que se desarrolla en Bakú (Azerbaiyán), Simon Stiell, Secretario Ejecutivo de ONU Cambio Climático, enfatizó la necesidad de acelerar el progreso en las negociaciones. En la sesión plenaria de apertura del lunes 18 de noviembre, instó a los delegados a dejar de lado las disputas menores y centrarse en las soluciones.
“No podemos perder de vista el bosque porque estemos discutiendo sobre árboles individuales”, afirmó Stiell, destacando la importancia de avanzar de manera paralela hacia acuerdos comunes. Criticó las actitudes de estancamiento entre las partes, a las que describió como un “tú primero, no, tú primero” que podría paralizar los esfuerzos climáticos en un momento crucial.
El Secretario Ejecutivo instó a las partes a superar los “vientos en contra” y a dejar de lado las tácticas dilatorias. «Ahora es el momento de centrarse en las soluciones», subrayó, remarcando la responsabilidad compartida en la lucha contra la crisis climática.
La transformación como objetivo de la adaptación
En el Diálogo de Alto Nivel sobre los Planes Nacionales de Adaptación, también celebrado el lunes, Stiell destacó el papel transformador de la resiliencia climática. «Los Planes Nacionales de Adaptación son más necesarios que nunca. Son verdaderamente vitales», señaló, poniendo en evidencia cómo cada medida de preparación puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte para millones de personas.
El Secretario Ejecutivo alertó sobre los crecientes costos de adaptación, que podrían superar los 340.000 millones de dólares anuales en 2030 y alcanzar los 565.000 millones en 2050. Sin embargo, subrayó que la adaptación no solo mitiga riesgos, sino que puede generar oportunidades económicas y sociales, minimizando pérdidas y daños.
«Está claro que las inversiones en adaptación -a la escala y ritmo adecuados- pueden ser verdaderamente transformadoras», afirmó, llamando a desbloquear torrentes de financiación y eliminar las barreras burocráticas que dificultan el acceso a los recursos, especialmente en países vulnerables.
Un futuro resiliente está al alcance
Stiell lanzó un mensaje de esperanza y desafío a los asistentes. Enfatizó que el éxito de los Planes Nacionales de Adaptación requiere innovación financiera, voluntad política y un enfoque inclusivo basado en las experiencias de las comunidades más afectadas. «La resiliencia está en el ADN de la humanidad. Sólo necesitamos los medios», sostuvo.
Finalmente, instó a todos los países a presentar sus Planes Nacionales de Adaptación antes de 2025, calificando esta meta como un salvavidas para economías y sociedades más fuertes. «Esto no es un sueño lejano. Está a nuestro alcance», concluyó, reafirmando el compromiso de la ONU Cambio Climático en apoyar a las naciones en este camino.