“Reforestar es cuidar nuestra tierra, nuestra Pachamama. Lo hacemos por nuestros hijos, para dejarles algo nuevo, para darles un futuro mejor”, comparte Sebastiana Verástegui, vicepresidenta de la Comunidad Campesina de Mito, en Junín. Ella es una de las beneficiarias del Programa de Incentivos Forestales, con el cual su comunidad contribuirá a la reforestación de 120 hectáreas. «Hemos visto a nuestro cerro que incluso ha sido afectado por incendios, queremos también reforestarlo para apoyar a su recuperación”, agrega.
Este programa es impulsado por el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) a través del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor). En total, 44 organizaciones andinas y amazónicas, incluidas comunidades nativas nomatsigenga y awajún, asociaciones de productores y mipymes, transformarán sus paisajes con nuevas plantaciones forestales comerciales en los próximos tres años.
Más allá de los árboles: sembrando futuro
En Cajamarca, Leónidas Escobar, presidente de la Asociación de Agropecuarios y Forestales Los Rieles, sueña con el día en que su comunidad disfrute de los frutos de este esfuerzo colectivo. “Imagino a nuestros hijos y nietos caminando entre estos bosques, viendo en ellos nuestro esfuerzo y compromiso. No solo plantamos árboles; estamos sembrando esperanza y vida para nuestras familias”, expresa. Su asociación destinará 100 hectáreas para la plantación de pinos, beneficiando a 16 familias.
El impacto va más allá de la reforestación. Con las plantaciones, las comunidades mejorarán sus economías locales, regenerarán suelos degradados y capturarán carbono, contribuyendo a la lucha contra el cambio climático. Cada hectárea sembrada es una apuesta por un desarrollo sostenible.
Unión y esfuerzo por un cambio sostenible
Las organizaciones beneficiarias han trabajado arduamente para acceder al Programa de Incentivos Forestales, que cofinancia hasta 742 500 soles por proyecto. Las comunidades aportan el 10 % de la inversión, mientras que asociaciones de productores y mipymes contribuyen con el 20 %.
“La reforestación es una tarea colectiva. Es un compromiso con la tierra y con las generaciones que vienen. Nos toca cuidar estos bosques y asegurar que prosperen para quienes vengan después de nosotros”, señala Sebastiana.
Impacto para las generaciones futuras
Con más de 2500 empleos directos generados y el beneficio directo para más de 2000 familias, las comunidades involucradas buscan escribir un nuevo capítulo en la relación entre la conservación del ambiente y el desarrollo social. Las nuevas plantaciones, que capturarán medio millón de toneladas de CO2 en los próximos 20 años, son también una herramienta vital en la lucha contra el cambio climático.
La iniciativa no solo se centra en la reforestación, sino también en la regeneración de suelos, la mejora del balance hídrico y la captura de carbono. Con una inversión de 30 millones de soles, este ambicioso proyecto busca instalar más de 5000 hectáreas de plantaciones forestales comerciales en seis regiones durante los próximos tres años.