Hace 32 años, se celebra el Campeonato Indígena de Fútbol en la región Ucayali. Esta actividad busca promover la fraternidad entre comunidades nativas a través del deporte.
Inforegión conversó con el presidente de la comisión organizadora del evento, Bernabé Ventura, quien contó la historia de este certamen. Asimismo, exhortó a las autoridades para que promuevan el fútbol en las localidades originarias.
Historia del Campeonato Indígena
De acuerdo a Ventura, la iniciativa de un campeonato de comunidades nativas surgió en 1992. Esta idea comenzó como una copa intersecciones en el Pedagógico Bilingüe Yarinacocha. Posteriormente, se convirtió en una Copa Educación Bilingüe Intercultural (EBI). En el 2001, se transformó en la actual Copa Indígena.
El presidente de la comisión organizadora explicó que el propósito de esta actividad es promover la integración e intercambio cultural. También fomenta el respeto por la diversidad de los pueblos indígenas y el talento futbolístico de los jóvenes.
Llamado a las autoridades
Bernabé Ventura exhortó a las autoridades, para que el fútbol de las comunidades nativas sea reconocido por la ley del país. De esta forma, se puede promover el deporte en estas localidades.
«Buscamos que el fútbol de los pueblos indígenas sea reconocido por la ley peruana, brindando a los jóvenes oportunidades en el fútbol profesional. En 2015, participamos por primera vez en la Copa Americana de los Pueblos Indígenas, donde esta ley ya se aplica», destacó Ventura.
Asimismo, el presidente de la comisión hizo un llamado a las autoridades para que esta actividad se institucionalice. De esta manera, el campeonato contaría con un presupuesto propio para continuar promoviendo actividades deportivas.
Última edición del campeonato
Este año, el Campeonato Indígena conmemoró 32 años y congregó a 10 mil pobladores indígenas. El evento tuvo lugar en el distrito de Yarinacocha y contó con la participación de 76 equipos masculinos y 22 equipos femeninos. Estas delegaciones representaron a más de cien comunidades de Ucayali, Loreto y Huánuco.
