En el colegio San Francisco Solano, en Abancay, los pasillos se llenaron de experimentos, maquetas y exposiciones sobre el cuidado del agua. La primera Feria del Agua, protagonizada por los propios estudiantes, fue el resultado visible de un proceso de innovación pedagógica guiado por la inteligencia artificial.
La iniciativa nació del programa Docentes.IA, desarrollado por Helvetas Perú como parte del proyecto Agua Segura para Ciudades Andinas. Durante tres meses, 24 profesores de seis instituciones educativas aprendieron a integrar el enfoque de seguridad hídrica en sus clases mediante herramientas de inteligencia artificial.
Reducción de carga docente y aprendizaje activo
El programa permitió que los participantes redujeran hasta 90% del tiempo dedicado a la planificación, gracias al uso de siete aceleradores digitales que automatizaron tareas rutinarias. Con ese tiempo recuperado, los docentes pudieron diseñar proyectos interdisciplinarios centrados en la sostenibilidad.
“Hemos logrado ingresar a este mundo de la inteligencia artificial, profundizar más nuestros conocimientos como docentes y mejorar el trabajo con nuestros estudiantes”, comentó Washington Chávez Flores, profesor del San Francisco Solano.
En su escuela, la falta de acceso continuo al agua convirtió el tema en una prioridad. “No tenemos agua prácticamente en la institución en estos momentos. Tampoco hay certeza sobre su calidad. Queremos que los estudiantes comprendan mejor su distribución y cuidado”, añadió el docente.
Proyectos que unen ciencia, territorio y sostenibilidad
Esa preocupación se transformó en una unidad de aprendizaje sobre el uso eficiente y responsable del agua, donde los alumnos exploraron las fuentes hídricas locales y propusieron soluciones para mejorar su gestión. Gracias a la IA, los docentes elaboraron planes, materiales y evaluaciones en menor tiempo, dedicando más esfuerzo a la co-creación con los estudiantes.
El impacto de Docentes.IA se enmarca en un esfuerzo mayor por vincular tecnología y sostenibilidad en las zonas andinas. La aceleradora Equilibria implementó la iniciativa al igual que otros laboratorios de innovación educativa.
Más programas para una gestión hídrica inteligente
En la microcuenca Mariño, el programa Mariño.IA capacitó a 27 jóvenes para formular proyectos de gobernanza del agua, reduciendo en 40% el tiempo de diseño de sus iniciativas. De ellos, 22 ya participan en espacios de decisión hídrica. Asimismo, con Razuwillca.IA, 25 jóvenes líderes de Huanta fortalecieron sus capacidades para promover propuestas territoriales sostenibles.
Para Giovanna Arias Luna, responsable técnica del proyecto Agua Segura para Ciudades Andinas en Abancay, el impacto apenas comienza:
“El San Francisco Solano inspiró a otras instituciones a integrar la IA en sus procesos pedagógicos. Se convirtió en una experiencia de comunidad educativa que aprende a cuidar su territorio.”
Una educación que combina saber local e innovación
La experiencia del colegio San Francisco Solano demuestra que la inteligencia artificial puede acelerar procesos sin reemplazar la labor docente. En este caso, se convirtió en una aliada para mejorar la enseñanza y conectar la ciencia con los desafíos ambientales reales.
La Feria del Agua fue más que una exposición escolar: representó una nueva forma de aprendizaje donde tecnología, conocimiento local y compromiso ambiental convergen para cuidar un recurso vital.
