La guaba (Inga edulis) es un árbol leguminoso que puede alcanzar hasta 20 metros y está distribuido desde México y Centroamérica hasta la Amazonía y el Caribe. Produce grandes vainas dulces, principalmente en temporada de lluvias, aunque en buenas condiciones puede fructificar dos veces al año, cuya pulpa blanca y suave es ampliamente consumida por su sabor y valor nutritivo. En esta nota se presentan sus propiedades, beneficios para la salud y usos alimentarios, así como su relevancia ecológica y agrícola en los ecosistemas tropicales.
Propiedades del fruto
El fruto de la guaba es una vaina aplanada, de color verde y hasta un metro de largo, que contiene semillas cubiertas por una pulpa blanca, suave y muy dulce. Esta pulpa es baja en calorías, aproximadamente 52 por cada 100 gramos, y rica en fibra y vitaminas A, B y C.
El consumo de guaba favorece la digestión, regula los niveles de azúcar y colesterol, fortalece el sistema inmune y contribuye a la salud ósea y cardiovascular. Sus semillas y hojas también se utilizan en algunas comunidades amazónicas con fines medicinales.
Usos alimenticios y aplicaciones
Tradicionalmente, la guaba se consume fresca, directamente de la vaina. Sin embargo, también se utiliza en la preparación de helados, jugos, flanes y gelatinas. Su bajo contenido calórico y alto valor nutritivo la convierten en un alimento recomendable para complementar la dieta diaria y prevenir deficiencias nutricionales.

Papel ecológico y agrícola
La guaba y otras especies del género Inga, como el shimbillo, tienen un rol importante en los ecosistemas tropicales. Sus copas proporcionan sombra para cultivos perennes como café y cacao, mientras que sus raíces contribuyen a la fijación de nitrógeno y a mantener la humedad del suelo. Estas características las hacen valiosas en sistemas de agricultura sostenible.
El shimbillo, pariente cercano de la guaba, produce vainas más pequeñas pero igualmente dulces y sirve como alimento para aves como loros y papagayos. Además, su madera se utiliza para leña y carbón vegetal.
Adaptación a distintos hábitats
La guaba se desarrolla en climas tropicales y subtropicales, con temperaturas medias superiores a 15 °C y precipitaciones entre 1000 y 5000 mm anuales. Se encuentra en suelos ácidos, franco-arcillosos y bien drenados, y puede crecer desde el nivel del mar hasta los 1800 metros de altura. La planta se encuentra con frecuencia en la orilla de ríos y hondonadas protegidas, asociada a una variedad de especies forestales debido a su tolerancia a distintos tipos de suelo y cierta resistencia a la sequía.
Beneficios económicos y culturales
Más allá de su valor nutricional, la guaba y el shimbillo son recursos importantes para las comunidades amazónicas. Su fruta ha sido consumida durante siglos, mientras que sus árboles contribuyen a la sostenibilidad de la agricultura local y a la conservación del ecosistema. La madera y los productos derivados también representan fuentes de ingresos en zonas rurales.


