Tras tres décadas de resistencia contra el terrorismo, el narcotráfico y el olvido estatal, la Central Asháninka del Río Ene (CARE) conmemoró hoy sus 30 años de vida institucional con un mensaje claro: el futuro de la Amazonía tiene rostro de mujer.
En un evento realizado en las oficinas del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la organización que representa a 45 comunidades nativas de la cuenca del Río Ene (Satipo, Junín) lanzó oficialmente la iniciativa “AMA ENE – Acción Mujer Asháninka del Ene”. Este programa busca cerrar las brechas de desigualdad y posicionar a las lideresas indígenas en la toma de decisiones sobre la gobernanza territorial.
«Sin mujeres no hay nación»
Saúl Vega, vicepresidente de CARE, inauguró la jornada destacando que la inclusión femenina no es una cuota, sino una necesidad vital para la organización. “Amamos la equidad de género porque de ellas impartimos el conocimiento; sin las mujeres no seríamos nosotros”, afirmó ante un auditorio compuesto por representantes de instituciones públicas y privadas.
La iniciativa «AMA ENE» responde a una estrategia integral que va más allá de la política tradicional. Según explicó la dirigente Yanet Velasco, el objetivo es empoderar a la mujer asháninka para que defienda sus derechos colectivos e individuales, enfrentando desafíos críticos como el embarazo adolescente y la necesidad de autonomía económica.
“CARE lucha por escuchar a su pueblo. Esta estrategia es nuestra herramienta clave para hacer incidencia ante el Estado y disminuir la desigualdad”, señaló Velasco, quien lideró el panel junto a otras dirigentes como Nilda Chávez, Heridia Flores, Patricia Ramos, Diosdith Gusman y Nelsi Vásquez.

Kametsa Asaike: La hoja de ruta al 2030
La presentación también sirvió para exponer la visión de desarrollo de la organización, basada en el concepto ancestral del Kametsa Asaike («Vivir Bien»). Esta filosofía rechaza la visión occidental de riqueza para proponer un modelo basado en:
- Seguridad territorial: «Vivir seguros en nuestro territorio de siempre», libres de la amenaza del terrorismo que aún lacera el VRAEM.
- Soberanía alimentaria: «Vivir comiendo lo que sabemos», protegiendo el bosque y adaptando la agricultura al cambio climático.
- Salud intercultural: Un sistema que integre la medicina ancestral con la atención estatal eficiente.
Tecnología con identidad
Con «AMA ENE», CARE no solo celebra 30 años de historia política; inaugura una nueva era donde las mujeres del Ene dejan de ser espectadoras para convertirse en las arquitectas de su propio destino y el de sus territorios.


