Con el fin de fortalecer la recuperación ambiental y el uso sostenible del recurso hídrico, se llevó a cabo con éxito la II Jornada de Vigilancia del Río Tónchima, un importante afluente amazónico. La actividad reafirmó el compromiso de las autoridades locales y la sociedad civil de las provincias de Moyobamba y Rioja con la protección de este corredor natural.
La jornada tuvo como objetivos centrales mejorar la calidad del agua, reducir la contaminación, prevenir riesgos por desbordes y promover la participación ciudadana en la gestión integral del agua, en el marco de la Ley de Recursos Hídricos y las normativas que protegen las fajas marginales de los ríos.
Desarrollo de la agenda y exigencia de transparencia
El evento contó con una amplia participación multisectorial, que incluyó a la Autoridad Local del Agua (ALA Alto Mayo), municipalidades (Habana, San Marcos, Yorongos, Soritor), Tenientes Gobernadores, Jueces de Paz, el Colegio de Abogados de la Región San Martín, Rondas Campesinas, Juntas de Usuarios de Agua, y representantes de los sectores productivos de cacao y turismo.
Uno de los puntos clave de la agenda fue la solicitud de información a las municipalidades sobre las autorizaciones para la extracción de materiales de acarreo. Los asistentes exigieron datos actualizados, conforme a la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública, para garantizar una gestión sostenible y responsable.
Por su parte, los funcionarios de la ALA Alto Mayo informaron sobre los avances y observaciones vinculados a la extracción de material, comprometiéndose a remitir la información técnica detallada en los próximos días.
El plan «Defensa y cuidado del río Tónchima»
La Asociación para el Desarrollo Ambiental y Bienestar Social (ADABS) fue la encargada de presentar un plan integral para la conservación del río, estructurado en cinco ejes de acción:
1. Gobernanza y Planificación: Se propone la creación de la Mesa Técnica del Río Tónchima como el espacio oficial de coordinación interinstitucional.
2. Gestión de riesgos: Implementación de un Sistema de Alerta Temprana para el monitoreo y respuesta oportuna ante desbordes e inundaciones.
3. Monitoreo técnico: Control continuo de la calidad del agua (incluyendo coliformes fecales y DBO) y el registro de caudales.
4. Cumplimiento normativo: Publicación periódica de permisos, infracciones y sanciones ambientales para asegurar la transparencia.
5. Educación ambiental: Fortalecer el sentido de pertenencia y corresponsabilidad ciudadana en la conservación del río.
La jornada reafirmó el compromiso de crear una red local consolidada para la protección del agua. Los impactos esperados incluyen la reducción progresiva de la contaminación, la recuperación de la cobertura vegetal, la mejora del paisaje natural y el fortalecimiento de la organización comunitaria en el Alto Mayo.
