En el marco del Día Mundial de la Alimentación, que se conmemora cada 16 de octubre, y del 80º aniversario de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Papa León XIV lanzó una enérgica denuncia contra el uso del hambre como táctica militar. El pontífice advirtió que esta práctica está prohibida por el derecho internacional humanitario y debe ser considerada un crimen de guerra.
Bajo el lema “De la mano por una mejor alimentación y un mejor futuro”, líderes mundiales se reunieron en Roma para renovar compromisos en la lucha contra la malnutrición. Sin embargo, en su discurso, el Papa enfocó la atención en la violación más grave del derecho a la alimentación en zonas de conflicto.
Uso de alimentos como táctica de guerra
León XIV lamentó que los escenarios de los conflictos actuales, citando indirectamente lugares como Gaza o Ucrania, hayan hecho resurgir esta práctica brutal.
“Los escenarios de los conflictos actuales han hecho resurgir el uso de los alimentos como arma de guerra, contradiciendo todo el trabajo de sensibilización llevado adelante por la FAO durante estas ocho décadas,” declaró el Papa.
Y sentenció: “El derecho internacional humanitario prohíbe sin excepción atacar a civiles y bienes esenciales para la supervivencia de las poblaciones”. Para el jefe de la Iglesia Católica, los conflictos que agravan la inseguridad alimentaria exigen un compromiso global urgente para proteger a civiles y garantizar su derecho básico a comer.

La condena a una «economía sin alma»
El mensaje del pontífice no solo se centró en la guerra, sino también en la desigualdad económica. El Papa condenó la persistencia de una «economía sin alma» que permite que se desperdicien alimentos masivamente mientras 673 millones de personas en el mundo padecen hambre severa y 2300 millones carecen de una alimentación adecuada.
Lamentó que estas cifras, a pesar de los avances tecnológicos, reflejan una crisis humanitaria que viola la dignidad humana, pone en riesgo el desarrollo global y obliga a vastas migraciones forzadas.
Un llamado a la acción conjunta y la solidaridad
El Papa León XIV subrayó que la lucha contra el hambre no es una responsabilidad exclusiva de gobiernos u organismos, sino un «compromiso compartido por toda la sociedad»: agencias, instituciones, ONG, academia y cada persona.
Enfatizó la necesidad de un multilateralismo renovado, basado en la cooperación sincera para alcanzar la Agenda 2030 y lograr el hambre cero. En este contexto, destacó especialmente el papel de la mujer en la seguridad alimentaria, calificándola como «arquitecta de la supervivencia».
El pontífice concluyó su exhortación invitando a la comunidad internacional a superar las divisiones y apelar a una ética de solidaridad que priorice a la persona sobre el beneficio económico.
“No podemos aspirar a una vida social más justa si no estamos dispuestos a liberarnos de la apatía que justifica el hambre como si fuera música de fondo a la que nos hemos acostumbrado,” finalizó León XIV, llamando a la acción para construir un futuro justo donde la seguridad alimentaria sea un derecho para todos.
*Fuente: ONU


