La tala ilegal y el tráfico ilícito de madera avanzan sobre los bosques y las comunidades del Trapecio Amazónico, donde confluyen las fronteras de Perú, Brasil y Colombia. Frente a esta amenaza, más de 60 autoridades y especialistas participaron en el Foro Regional de Cooperación Operativa: Articulación Transfronteriza frente a Casos de Delitos Forestales, organizado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), en coordinación con el Organismo de Supervisión de los Recursos Forestales y de Fauna Silvestre (Osinfor) y la Interpol.
Durante tres días, policías, fiscales, ministerios, agencias ambientales y organismos internacionales compartieron información clave sobre rutas ilegales y modus operandi, realizaron simulaciones en campo con técnicas de investigación y conocieron innovaciones tecnológicas como imágenes satelitales y algoritmos de detección de tala selectiva basados en inteligencia artificial.
Tecnología y cooperación transfronteriza
“Con este acercamiento buscamos unir fuerzas y recursos para luchar contra la tala ilegal en la triple frontera”, sostuvo Williams Arellano, jefe del Osinfor. El funcionario resaltó la importancia del intercambio de experiencias en monitoreo de bosques:
“Ponemos a disposición las metodologías de detección de tala selectiva y sistemas de alerta temprana, basada en imágenes satelitales, drones y algoritmos especializados que usamos para asegurar el origen legal de la madera aprovechada en áreas con títulos habilitantes”.
Las delegaciones identificaron zonas críticas donde confluyen minería ilegal, cultivos ilícitos, deforestación y tala ilegal, además de las rutas transfronterizas empleadas por las economías ilícitas. Como respuesta, establecieron un marco de cooperación basado en inteligencia compartida, detección temprana con nuevas tecnologías y planificación de operaciones conjuntas en territorio común.

Compromisos y participación peruana
El encuentro también permitió reforzar los canales de comunicación entre agencias, con el compromiso de agilizar el intercambio de datos y coordinar acciones conjuntas en las áreas más vulnerables. La delegación peruana estuvo integrada por representantes de la Policía Nacional, la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental (FEMA), el Ministerio del Ambiente y el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor).
Arellano Olano agradeció el respaldo del Ministerio de Relaciones Exteriores en la gestión de este evento internacional, que consolida a Perú como un actor clave en la articulación regional contra los delitos forestales.
Una respuesta regional con impacto global
“Sabemos que el desafío es enorme. Cada minuto se pierde una extensión de bosque en la Amazonía, mientras las economías ilegales siguen avanzando. Por eso estamos aquí: para enfrentar los delitos ambientales como región, involucrando a los ocho países que conforman la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA)”, señaló Alek Arora, representante de la UNODC. Añadió que “si trabajamos juntos, vamos a poder prevenir, luchar y desmantelar las redes que amenazan los bosques”.
Este foro no solo responde a un problema regional, sino que también constituye un aporte a la agenda global frente al cambio climático. Al reforzar el Estado de derecho y asegurar la sostenibilidad de los recursos forestales, la cooperación entre Perú, Brasil y Colombia busca garantizar la seguridad de las comunidades, preservar la biodiversidad y contribuir al cumplimiento de compromisos internacionales en materia de conservación y reducción de emisiones.


