Una ballena jorobada adulta fue rescatada el jueves 24 de julio en aguas de Los Órganos, Piura, tras quedar enredada en una red de pesca a aproximadamente 3,7 kilómetros de la costa. La alerta fue emitida por una embarcación turística que realizaba avistamiento de cetáceos.
La Brigada de Desenmalle de Los Órganos, conformada por biólogos marinos, pescadores y operadores turísticos, realizó el rescate. Al llegar al lugar, los brigadistas encontraron al animal completamente atrapado en la red, con heridas visibles en la cabeza y las aletas, y con movimientos lentos por el evidente agotamiento.
Intervención coordinada
Participaron dos embarcaciones pertenecientes a las academias de buceo Chelonia y Spondylus. El equipo de Chelonia localizó primero al animal y siguió su desplazamiento para evitar perderlo de vista. Posteriormente, Spondylus llegó con los implementos para iniciar el proceso de desenmalle.
El procedimiento consistió en fijar una boya a la red para no perder al animal de vista mientras se realizaban los cortes con una cuchilla especializada en forma de “V”. Las embarcaciones posicionaron a la ballena entre ambas, lo que permitió completar el rescate en menos de una hora.
“Estos animales son impredecibles. Durante el desenmalle la ballena se sumerge y no sabes hacia dónde irá”, explicó Adriana Zavala, bióloga y responsable de la academia Chelonia en entrevista con Actualidad Ambiental. Por su parte, Maurice Epstein, de Spondylus, indicó que la coordinación entre ambas embarcaciones fue clave para completar el procedimiento sin incidentes.

Una amenaza creciente en plena temporada de avistamiento
El enmallamiento de ballenas jorobadas se ha convertido en una amenaza creciente en la costa norte del Perú. Entre 2019 y 2024 se han documentado al menos 41 casos, aunque el 73 % no recibió atención adecuada debido a la falta de personal capacitado y equipamiento especializado.
Este tipo de incidentes genera impactos tanto ecológicos como económicos. Las ballenas atrapadas pueden sufrir lesiones graves o morir, y las redes de pesca resultan dañadas. Además, se pone en riesgo una de las principales actividades turísticas de la región: el avistamiento de cetáceos.
La emergencia atendida en Los Órganos ocurrió en plena temporada de avistamiento de ballenas jorabadas, que va de julio a octubre. En estos meses, más de 5000 ballenas jorobadas migran desde la Antártida hasta las aguas cálidas del norte peruano, especialmente en la Reserva Nacional Mar Tropical de Grau. Las playas de Piura y Tumbes, como Máncora, Los Órganos, El Ñuro, Cabo Blanco y Lobitos, se convierten en escenarios de alta actividad marina y humana.
La llegada masiva de ballenas durante esta temporada eleva la probabilidad de encuentros con redes de pesca u otras amenazas, por lo que contar con equipos entrenados y protocolos de respuesta es clave para reducir el riesgo y proteger tanto a la fauna como a las actividades económicas que dependen de ella.
El caso de Los Órganos refuerza la necesidad de fortalecer las capacidades locales para atender este tipo de emergencias y garantizar la conservación de especies marinas en zonas donde conviven estrechamente con el turismo y la pesca.


