El Valle de Tazo Chico, con 582 km² de extensión, enfrenta una controversia sobre su pertenencia territorial entre las provincias de Huamalíes y Huacaybamba, en la región Huánuco. Según Ricardo Prado, consejero delegado, “históricamente, el Valle de Tazo Chico es parte del seno huamaliano y particularmente del distrito de Arancay.”
La disputa se centra en las potencialidades del valle, especialmente su capacidad para producir café de alta calidad. Además, la zona presenta oportunidades en ganadería y agricultura sostenible, lo que aumenta su relevancia económica. Prado enfatizó que las poblaciones locales se identifican mayoritariamente como huamalianas y aranquinas.
Ante la falta de consenso entre las provincias, se ha firmado un acta que permite la intervención del Gobierno Regional de Huánuco para delimitar los territorios. Este proceso incluye consultas populares y estudios de campo, con el objetivo de garantizar una resolución justa y definitiva.
Importancia económica y social del Valle de Tazo Chico
El valle no solo es conocido por su café, sino también por su potencial ganadero y agrícola. Ricardo Prado destacó que, aunque esta controversia ha ganado relevancia en los últimos años, históricamente el Valle de Tazo Chico ha enfrentado el abandono estatal en sectores como salud, educación y vías de comunicación.
“Las trochas carrozables están en pésimas condiciones. Nuestros hermanos, ante el abandono, piden la presencia del Estado y quieren que se tomen criterios definitivos sobre a quién pertenece el valle para que se realicen las inversiones necesarias”, comentó Prado.
A pesar de los desafíos, la población local mantiene la esperanza de que se prioricen proyectos que impulsen su desarrollo integral. Este enfoque también busca revertir décadas de exclusión que han limitado el crecimiento de el lugar.
Recursos turísticos y el llamado al fortalecimiento cultural
Además del conflicto territorial, Huánuco enfrenta la pérdida de 214 recursos turísticos en el inventario nacional del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo, incluyendo los Rascacielos de América, ubicados en Tantamayo, Huamalíes. Para Prado, esta exclusión es inaceptable: “Eso es parte de la esencia cultural de los pueblos.”
El consejero mencionó avances en proyectos estratégicos, como la restauración de los complejos arqueológicos Piruro 1 y Piruro 2, aunque reconoció que el progreso ha sido lento. Según indicó, se necesita una acción conjunta entre autoridades locales y el Gobierno Regional para revertir esta situación.
Prado realizó un llamado al director de la Dirección Regional de Comercio Exterior y Turismo para fortalecer los atractivos turísticos de Huánuco. “Nuestros hermanos no van a aceptar esta exclusión de diversos atractivos que deberían estar en la vitrina principal,” afirmó, destacando la importancia de promover el desarrollo turístico en todas las provincias de la región.