La provincia de Leoncio Prado, ubicada en Huánuco, cerró el año 2024 con una ejecución presupuestal del 84.1%, según información del Ministerio de Economía y Finanzas. Este porcentaje refleja una brecha de inversión significativa que, según el economista Dennis Pereyra, “implica que más del 15% de los recursos asignados para la provincia no se utilizaron», lo que representa una oportunidad perdida para cubrir necesidades básicas de la población.
A pesar de que algunos distritos como Mariano Dámaso Beraún (93.7%) y Crespo Castillo – Aucayacu (92.6%) lideraron en el gasto eficiente, otros, como Hermilio Valdizán, no lograron superar el 60% de su presupuesto asignado, dejando al descubierto problemas estructurales que afectan el desarrollo regional.
Factores que limitan el gasto
El especialista explica que hay diversos factores que obstaculizan una ejecución plena del presupuesto. Entre ellos destacan la falta de personal capacitado en los gobiernos locales y la baja calidad de los estudios técnicos necesarios para sustentar proyectos de inversión. “Si te asignan 100 millones, ese monto debería ser aprovechado al máximo con estudios bien elaborados que incluso puedan apalancar recursos adicionales”, explicó Pereyra.
Otro factor clave es la debilidad en la planificación territorial. Según el economista, de los diez distritos de la provincia, solo la Municipalidad Provincial de Leoncio Prado cuenta con un Plan de Desarrollo Concertado (PDC). Este instrumento, esencial para orientar el crecimiento a largo plazo, está ausente en la mayoría de los gobiernos locales, dificultando la atención a problemas prioritarios como el acceso a servicios básicos, salud y educación.
El impacto de una mala ejecución presupuestal
La incapacidad de gasto afecta la calidad de vida de los ciudadanos y la asignación de recursos futuros. Pereyra advirtió que “un bajo nivel de ejecución puede derivar en una reducción del presupuesto para el siguiente año fiscal”. Esto ocurre porque los fondos no utilizados pueden ser revertidos al gobierno central o redistribuidos como créditos suplementarios para otros proyectos.
En este contexto, la falta de mecanismos de vigilancia ciudadana también juega un papel importante. “La sociedad civil está debilitada y no cuenta con herramientas efectivas para exigir transparencia y rendición de cuentas a sus autoridades”, afirmó Pereyra, quien destacó la necesidad de fomentar una mayor participación ciudadana.
Retos para el 2025
De cara al 2025, los gobiernos locales en Leoncio Prado tienen el desafío de mejorar su capacidad de gestión y ejecución presupuestal. Esto incluye fortalecer sus equipos técnicos, elaborar planes de desarrollo económico y promover proyectos sostenibles que generen impacto en el bienestar de las comunidades.
Para Pereyra, el reto no es gastar más, sino gastar mejor. La planificación debe ser una prioridad para cerrar brechas estructurales y atender las verdaderas necesidades de la población. La provincia tiene el potencial de convertirse en un ejemplo de buena gestión si logra superar sus cuellos de botella y aprovechar mejor los recursos disponibles.
