Un equipo de investigadores ha identificado una nueva especie de insecto en la Estación Biológica Manu, ubicada en Cusco y administrada por Conservación Amazónica (ACCA). Nombrada Trichophoromyia macrisae sp. nov., esta nueva especie de flebótomo, un insecto conocido por transmitir la Leishmania, fue colectada utilizando trampas Katchy de luz UV en áreas boscosas. Su descripción científica se basó en el análisis detallado de 10 especímenes machos, en un trabajo liderado por el investigador Sergio Méndez-Cardona (Colombia).
Este hallazgo se suma a las 47 especies conocidas de este género en las Américas, de las cuales 15 se encuentran en Perú. Este avance subraya no solo la biodiversidad única de la región, sino también su relevancia para el estudio de enfermedades tropicales como la Leishmaniasis, así como para iniciativas de conservación de ecosistemas.
“Este descubrimiento nos recuerda lo mucho que aún queda por explorar y proteger en la Amazonía. Cada nueva especie es una pieza clave para comprender y conservar este ecosistema vital para el planeta”, señaló Juliana Morales, directora del laboratorio de Cambio Climático y Biodiversidad Thomas Lovejoy de la Estación Biológica Manu.
Un desafío para la salud pública
La Leishmaniasis es una enfermedad tropical causada por parásitos del género Leishmania y transmitida por la picadura de flebótomos infectados. Esta enfermedad puede manifestarse en diversas formas, desde lesiones cutáneas hasta infecciones más graves que afectan órganos internos. En la Amazonía, la Leishmaniasis representa un reto importante para la salud pública debido a la gran cantidad de flebótomos que habitan en la región.
Este descubrimiento tiene implicaciones significativas para el control y la prevención de la enfermedad. Al ampliar el conocimiento sobre las especies de flebótomos, los investigadores podrán comprender mejor sus comportamientos y hábitos, lo que facilitará el desarrollo de estrategias más efectivas para prevenir la transmisión de la Leishmaniasis. Además, este hallazgo contribuye a una comprensión más profunda de la biodiversidad de los vectores de la enfermedad.
Invertir en investigación científica
Este descubrimiento no solo resalta la asombrosa biodiversidad de la Amazonía, sino también la importancia de continuar invirtiendo en la investigación científica como herramienta fundamental para la conservación y el control de enfermedades tropicales.
El hallazgo, en la Estación Biológica Manu fue posible gracias al programa de becas de International Conservation Fund of Canada (ICFC), en colaboración con Conservación Amazónica, que impulsa la investigación científica en los Andes Amazónicos.
La investigación completa está disponible en la publicación científica Zootaxa.