La Escuela Formativa de Fútbol Femenino AS Tingo María se consagró campeón del Campeonato Semillero Sub 13 Repsol en Lima. Este logro no solo marca un hito deportivo, sino que también resalta el esfuerzo colectivo de jugadoras, padres y entrenadores que luchan por fomentar el fútbol femenino en la provincia de Leoncio Prado.
Jorge Huayanay Gonzáles, fundador y entrenador del equipo, explicó los desafíos iniciales. “Empezamos hace un año con solo siete niñas. Ahora somos más de 15, y seguimos creciendo. Queremos que las niñas de nuestra provincia tengan oportunidades para mostrar su talento”, señaló. La academia busca formar futbolistas desde los 6 años, trabajando tanto en lo técnico como en lo psicológico para enfrentar retos dentro y fuera del campo.
El campeonato consistió en cinco fechas realizadas en Lima, con jornadas que implicaban viajes y sacrificios económicos. “Hemos hecho actividades, las niñas vendieron turrones y tocamos muchas puertas para conseguir apoyo. Fue un esfuerzo colectivo, sobre todo de las mamás”, agregó Huayanay.
Formación, sacrificio y oportunidad
El entrenador Jubal Cruz Albino destacó la importancia de la mentalidad en el desarrollo de las niñas. “Lamentablemente, en nuestra sociedad todavía arrastramos prejuicios. Muchas niñas enfrentan bullying por jugar fútbol. Aquí trabajamos en fortalecer su mentalidad para que puedan enfrentar estas situaciones y desarrollarse plenamente”, explicó.
Pese a las adversidades, el equipo ha demostrado un crecimiento notable. Asimismo, las niñas lograron captar la atención de entrenadores de clubes importantes. Sin embargo, esto representa nuevos retos. “Para que ellas entrenen en Lima, los padres tendrían que mudarse. Buscamos que más autoridades y empresas apoyen el talento de las niñas de nuestra región”, mencionó Huayanay.
El sacrificio de las jugadoras y sus familias fue evidente durante el torneo. Cada fin de semana viajaban desde Tingo María hasta Lima, enfrentando largas jornadas y desgaste físico. “El esfuerzo mental y físico de las niñas fue enorme. Algunas se chocaron en el primer viaje, pero con el tiempo fueron mejorando”, indicó el entrenador.
Testimonios de apoyo y futuro prometedor
Nanci Arostegui Santa María, madre de la capitana del equipo, reconoció el sacrificio detrás de este logro. “Ha sido un esfuerzo mutuo entre padres, entrenadores y las niñas. Mi hija, que empezó a los 9 años, ahora vive su pasión por el fútbol y nos hace sentir orgullosos como familia”, afirmó.
Ella destacó la importancia de apoyar a las niñas en lo que aman. “El fútbol femenino no tiene muchas oportunidades acá, pero ahora estamos viendo un cambio. Cuando levantaron la copa en Lima, todos sentimos que el sacrificio valió la pena”, añadió.
Con una base sólida de jugadoras sub-12 y sub-13, los entrenadores planean seguir participando en campeonatos nacionales e internacionales. “Es un proyecto a largo plazo. Queremos que estas niñas sean un ejemplo para las que vienen detrás, y que el fútbol femenino crezca en nuestra región”, concluyó Cruz.
AS Tingo María no solo celebró un título, sino que también envió un mensaje importante: el talento femenino en el fútbol merece ser apoyado. Aunque la falta de recursos y el machismo siguen siendo barreras, historias como esta demuestran que el esfuerzo colectivo puede generar grandes cambios.