AMAZONÍA. El tercer encuentro macrorregional de Tejiendo Ciudadanía congregó en Iquitos a más de 100 representantes de comunidades indígenas, sociedad civil, academia y sectores público y privado. El evento fue organizado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Grupo La República, el Instituto de Estudios Peruanos (IEP) y la Red Científica Peruana, con financiamiento de la Unión Europea y la Embajada Británica en el Perú.
Durante dos días, se debatieron propuestas para abordar las principales problemáticas de la Amazonía peruana. Bettina Woll, representante del PNUD, señaló: “La situación que enfrenta la Amazonía en el Perú demanda respuestas inmediatas que se adapten a la realidad de sus comunidades, así como incluir las voces de los pueblos indígenas, mujeres y jóvenes”.
Los participantes discutieron temas como los conflictos socioambientales, el impacto de las economías ilegales, la salud integral y el desarrollo económico sostenible. De estos debates surgieron propuestas dirigidas a garantizar los derechos y mejorar la calidad de vida en la región.
Conflictos socioambientales y economías ilegales
Los conflictos socioambientales se identificaron como una de las principales preocupaciones en la Amazonía. Una de las propuestas clave fue fortalecer el diálogo entre las autoridades y las comunidades indígenas para atender problemas como el tráfico de terrenos, que afecta de forma desproporcionada a estas poblaciones.
En el ámbito de las economías ilegales, se destacó la necesidad de capacitar y dotar de recursos a la inteligencia policial. Según el periodista Iván Brehaut, “No tenemos capacidad para actuar, por limitaciones logísticas, entre otras cosas. Pero tampoco se actúa por miedo”. Además, se propuso garantizar la transparencia de la información pública, de modo que la ciudadanía pueda ejercer vigilancia y prevenir la corrupción.
Para Miguel Manihuari, representante indígena, el Estado debe estar más dispuesto al diálogo: “Si no se hacen paros, no podríamos conversar con las autoridades. Es la única forma que encontramos”.
Salud integral como eje prioritario
Otro tema central fue la limitada accesibilidad a servicios de salud en la Amazonía. Los participantes propusieron implementar estrategias interculturales que incluyan mediadores y la formación de profesionales en competencia cultural. Nidia Calderón, del Colegio Médico del Perú, enfatizó la importancia de estos enfoques para llegar a las comunidades más alejadas.
Marlene Gómez Tello, de la Comunidad Nativa Alto Tamaya de Ucayali, sugirió que el Estado forme a jóvenes de las comunidades para que se conviertan en profesionales locales. “Que el Estado confíe en nuestros propios hijos. Deseamos programas que preparen a nuestros jóvenes para que trabajen en sus lugares de origen”, expresó.
Asimismo, los participantes propusieron priorizar las políticas públicas contra la anemia en la primera etapa infantil y unir esfuerzos multisectoriales para garantizar el acceso al agua potable.
Desarrollo económico e infraestructura sostenible
En cuanto al desarrollo económico, se planteó como prioridad mejorar la infraestructura vial y energética de la región. Estas acciones buscan potenciar la competitividad de las comunidades amazónicas y su integración en los mercados nacionales e internacionales.
Daisy Heidinger, del Centro Nacional de Planeamiento Estratégico, destacó: “Si queremos ser competitivos, debemos jugar también las reglas de los mercados internacionales”. Por su parte, Óscar Rosano, del grupo técnico de Iquitos, hizo un llamado a enfocarse en las necesidades básicas: “No tenemos energía eléctrica eficiente ni conectividad vial… Es una buena oportunidad para crecer”.
Los participantes coincidieron en que estas iniciativas deben respetar los lineamientos de las evaluaciones de impacto ambiental para proteger los ecosistemas amazónicos y garantizar los derechos colectivos e individuales de sus habitantes.