El Hospital Quillabamba, ubicado en la región Cusco, enfrenta un grave riesgo debido a irregularidades en su proyecto de construcción. La Contraloría General ha identificado errores importantes en el expediente técnico del nuevo saldo de obra, el cual se aprobó antes de que el consultor encargado finalizara su entrega. Esta situación amenaza con comprometer la precisión de la información y la calidad del proyecto hospitalario, cuya ejecución ha estado paralizada durante 18 meses.
El Programa Nacional de Inversiones en Salud (PRONIS) aprobó el expediente el 9 de agosto de 2024, aunque el consultor encargado entregó el documento final recién el 19 de agosto. La Contraloría advierte que esta aprobación prematura podría generar inconsistencias en los detalles técnicos, afectando la continuidad de las obras. Además, se evidencian observaciones administrativas que fueron comunicadas hasta el 13 de septiembre, lo que retrocedió aún más el proceso.
Riesgo de sobrevaloración en el Hospital Quillabamba en riesgo
Además de los problemas técnicos, se ha identificado un posible sobrecosto de más de 8 millones de soles en el nuevo saldo de obra del Hospital Quillabamba. Según la comisión de control, los precios de los insumos, como acero corrugado y conductores eléctricos, exceden los costos promedio de mercado en la región.
Por ejemplo, el costo del acero corrugado en el expediente técnico asciende a S/ 6,198,514, cuando el precio de mercado se estima en S/ 2,324,791. Esta diferencia de S/ 3,873,723 afecta la transparencia del proyecto. De igual manera, los costos de los cables eléctricos N2XOH, estimados en S/ 9,096,393 en el expediente, superan en más de 3 millones de soles su precio de mercado.
A estas irregularidades se suman errores en la especialidad de estructuras, donde se han sobredimensionado ciertos elementos debido a una incorrecta interpretación del factor de zona sísmica. Estas deficiencias ponen en riesgo el avance de la obra y elevan significativamente los costos del proyecto.
La construcción del hospital, que beneficiará a más de 145.000 habitantes de Cusco, ha sufrido múltiples retrasos desde su inicio en 2018. La paralización de las obras ha afectado directamente a la población, que continúa esperando un centro médico adecuado. En respuesta a estas irregularidades, la Contraloría ha instalado a una revisión urgente del proyecto para garantizar que los recursos se gestionen de manera transparente y eficiente.
El Hospital Quillabamba es una obra crucial para la región, pero la sobrevaloración y los errores técnicos están poniendo en riesgo su conclusión y funcionalidad.
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