HUÁNUCO. El Día del Cacao y Chocolate Peruano, que se celebra el 1 de octubre, es oportuno reflexionar sobre la evolución del cacao en la provincia de Leoncio Prado. Según Raúl Peña, coordinador de la Actividad de Cacao de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida) zonal Tingo María, el cultivo experimentó un desarrollo positivo en los últimos seis años.
El grano se introdujo en la zona del Monzón en 2012, como parte de los esfuerzos de Devida para promover alternativas a cultivos ilícitos. Aunque inicialmente fue difícil debido a que el cacao requiere de tres a cuatro años para comenzar a producir, los agricultores están viendo ahora los resultados de su esfuerzo.
La entidad implementó diversas metodologías de capacitación, incluyendo escuelas de campo, cursos y encuentros técnicos. Estas iniciativas reforzaron y convencieron a los productores de cambiar su actitud hacia este cultivo que demanda más tiempo en comparación con cultivos anteriores que generaban ingresos en períodos más cortos.
Adaptación y mejora del cacao CCN 51
El clon de cacao CCN 51, originario de Ecuador, se introdujo en la provincia de Leoncio Prado entre 1995 y 1998 a través de la Asociación de Exportadores (ADEX), según indicó Peña. Este clon se eligió por sus características de productividad, y gracias a las condiciones climáticas locales, desarrolló cualidades adicionales en términos de calidad.
Actualmente, más del 90% de las áreas de cacao en las provincias de Leoncio Prado, Huamalíes y Marañón están plantadas con CCN 51. Este cacao está ganando premios internacionales y es utilizado por más de 15 fábricas de chocolate en la provincia. La combinación de cantidad y calidad ha permitido que el CCN 51 peruano destaque en eventos como el Salón del Chocolate.
Sin embargo, el coordinador mencionó que el cambio climático presenta desafíos para el cultivo del cacao. Las variaciones en las etapas fenológicas debido al aumento de temperaturas e inundaciones llevaron a la necesidad de adaptar las prácticas agrícolas. Devida está promoviendo una agricultura de precisión, ajustando los calendarios de poda y abonamiento según las condiciones específicas de cada parcela.
Estrategias para aumentar la productividad
Ante el aumento del precio del cacao, Devida está trabajando para evitar la deforestación causada por la expansión descontrolada de áreas de cultivo. En lugar de promover nuevas plantaciones, la institución se enfoca en optimizar las áreas existentes, buscando aumentar la densidad de plantas por hectárea.
Para lograr este objetivo, el ente está promoviendo la propagación a través de acodos aéreos, una técnica que permite repoblar las plantaciones más rápidamente. Esta metodología, utilizada anteriormente por ADEX, permite que las nuevas plantas comiencen a producir en 10 a 12 meses.
Impacto económico y preparación para el futuro
Raúl Peña resaltó que el cacao está dinamizando la economía local, generando empleo en actividades de manejo del cultivo, transporte y comercialización. Devida promueve una visión empresarial entre los productores, animándolos a invertir en sus propias parcelas.
Un ejemplo de esto es la adopción de la dolomita como enmienda para el suelo. Inicialmente rechazada por algunos productores, ahora es ampliamente utilizada, especialmente por aquellos que están alcanzando rendimientos de 1800 kilos por hectárea.
Devida está trabajando en la certificación de las áreas de cultivo para cumplir con las normativas europeas sobre deforestación. Aunque actualmente se trabaja con cerca de 4000 hectáreas de cacao, el objetivo es lograr la certificación de todas las 2600 familias productoras en el futuro.