En los últimos días, el precio del kilo de pota, uno de los principales productos marinos consumidos en Perú, alcanzó entre los 20 y 30 soles en los mercados minoristas de la capital. Esta situación genera preocupación entre la población, especialmente en las familias que solían encontrar en este producto una alternativa accesible y nutritiva.
El aumento en los costos se atribuye a una serie de factores, como la pesca ilegal, la depredación por embarcaciones extranjeras y las condiciones climatológicas desfavorables que redujeron las capturas en los últimos meses.
Impacto en la seguridad alimentaria
Este aumento en el precio de la pota tiene un impacto significativo en la dieta de los hogares más vulnerables, exponiéndolos a problemas de malnutrición. La pota, con su alto valor proteico, es un recurso vital en la dieta de muchas familias peruanas.
Según la Nutricionista Jessica Huamán, decana del Consejo Regional de Lima Metropolitana del Colegio de Nutricionistas del Perú, este producto es una fuente accesible de proteínas, debido a que 100 gramos de pota contienen alrededor de 16 gramos de proteína. Su versatilidad culinaria lo convierte en un ingrediente importante en la gastronomía peruana.
«La pota ha sido una excelente fuente proteica y económica. Sin embargo, la situación actual con los precios puede afectar seriamente la seguridad alimentaria de las poblaciones más vulnerables. Hace unas semanas, el kilo de pota se encontraba entre 6 y 8 soles, pero hoy ha alcanzado precios de hasta 20 soles, lo que expone a muchas personas a diferentes tipos de malnutrición por la falta de proteínas en su dieta», explicó Huamán.
Crisis en la pesca artesanal y la sostenibilidad de la pota
Por otro lado, los pescadores artesanales también están sufriendo las consecuencias de esta crisis. En regiones como Piura, reportan una baja significativa en las capturas debido a la depredación causada por embarcaciones chinas que operan sin control en las aguas peruanas. Además, la falta de medidas efectivas para combatir la pesca ilegal exacerba esta problemática.
Según expertos del sector, la pesca de pota enfrenta importantes desafíos hacia su sostenibilidad, tanto por la sobreexplotación como por la competencia desleal. Aunque se hicieron avances en la regulación de la actividad pesquera, los pescadores señalan que las autoridades deben intensificar sus esfuerzos para asegurar la disponibilidad de este recurso en el largo plazo.
Expectativas de estabilización
Jesús Barrientos Ruiz, viceministro de Pesca y Acuicultura del Ministerio de la Producción, indicó que, según proyecciones, el precio de la pota podría comenzar a reducirse hacia finales de noviembre o diciembre, cuando las condiciones climáticas favorezcan nuevamente las capturas.
Mientras tanto, tanto pescadores como consumidores esperan que se tomen medidas urgentes para regular la pesca, garantizar la sostenibilidad del recurso y evitar que la crisis alimentaria se agrave.