El Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri), a través del programa Agro Rural, reactiva 13 viveros forestales en nueve departamentos del país. Gracias a la participación de más de 9387 familias campesinas de 92 comunidades, se busca producir más de un millón de plantones para reforestar 1106 hectáreas degradadas. Este proyecto, además de los beneficios ambientales, generará empleo y mejorará las condiciones de vida en zonas rurales.
Reforestación liderada por las comunidades
La participación de las comunidades campesinas ha sido clave en la reactivación de estos viveros. En regiones como Áncash, Apurímac, Ayacucho, Cajamarca, Cusco, Huancavelica, La Libertad, Lima y Puno, los viveros que operaban a mínima capacidad están siendo impulsados nuevamente para contribuir a la restauración de áreas degradadas. El objetivo es no solo mejorar la calidad del suelo y prevenir la erosión, sino también generar empleos en zonas rurales.
Víctor Baca Ramos, director ejecutivo de Agro Rural, subrayó la importancia de este proyecto en las zonas rurales: «La reactivación de estos viveros está proporcionando ingresos a muchas familias campesinas, mejorando su calidad de vida». Además, destacó que el 60% del personal que trabaja en los viveros son mujeres, quienes se encargan de labores clave en el proceso de producción forestal.
Impacto económico y ambiental a largo plazo
La producción de los plantones también tendrá un impacto económico en el futuro, ya que la transformación de estas plantaciones generará recursos como leña y madera, beneficiando a las familias campesinas involucradas. Además, el proyecto se alinea con los objetivos nacionales para reducir la huella de carbono y promover la sostenibilidad ambiental.
Los viveros en regiones como Áncash, Apurímac, Ayacucho y Huancavelica ya han producido más de 580 000 plantones, con la siembra programada para noviembre. La participación activa de las comunidades permitirá no solo restaurar los ecosistemas locales, sino también contribuir a un entorno más saludable para las futuras generaciones.
«Es importante continuar apoyando estas iniciativas, que no solo promueven el bienestar económico y social de las comunidades locales, sino también benefician los ecosistemas», concluyó Baca Ramos.