Desde que Julio C. Tello descubrió la cultura Chavín en 1919, las investigaciones nos permitieron acercarnos a la cosmovisión de sus habitantes, quienes provenían de las regiones selváticas por su iconografía centrada en el jaguar, el caimán y la anaconda. Estos símbolos se encuentran en el templo Chavín de Huántar, en el departamento de Áncash y el arqueólogo peruano Quirino Olivera nos cuenta más acerca de su estrecha relación con la Amazonía.
“Vemos que en Chavín el lanzón monolítico que está en el centro del templo y las galerías de Chavín de Huántar tienen el rostro del jaguar, que también aparece en toda la cultura Moche en la costa y en Tiahuanaco, en la Portada del Sol”, relata.
Cosmovisión andina
De acuerdo con Olivera, se mantiene la hipótesis de que los incas creían en el dios Wiracocha que no se veía, pero que tenía el rostro de un jaguar. “Entonces el jaguar está presente casi en toda la cosmovisión andina y amazónica. Por ejemplo, en las culturas indígenas en Chiribiquete, Colombia, está representado en el arte rupestre de hace 22 000 años”.
El arqueólogo peruano resalta la importante conexión entre el mundo andino y amazónico a propósito del cambio climático, donde la deforestación podría acabar con el último jaguar, lo que para la interpretación Chavín es también el fin de la humanidad.
“Es increíble. Siendo el jaguar el hijo del sol producto de una relación incestuosa con la luna, que era su hija, éste es enviado a la tierra para gobernar. Por otra parte, hemos encontrado varias evidencias de luchas entre el jaguar y el caimán, representada en objetos de piedra. Es impresionante la presencia del felino en casi todos los soportes que hay aquí en la Cultura Marañón. Es un dios desde épocas muy remotas”.
La Amazonía como punto de partida
Una de la hipótesis de Julio C. Tello fue que la civilización andina procedía del territorio selvático. Olivera, quien viene trabajando en Montegrande, Jaén, en las excavaciones asociadas al estudio del cacao, está hallando elementos interesantes.
“Me da mucha alegría haber reafirmado la hipótesis del doctor Julio C. Tello, quien dijo que el origen de la civilización andina estaba en la Amazonía, al estudiar justamente la presencia del jaguar en el templo de Chavín de Huántar. Aquí, hemos encontrado la cabeza de un jaguar en cerámica que es idéntica a una cabeza clava en Chavín”.
El jaguar y el cacao
La importancia de este animal en ambas regiones va más allá de lo pensado. Para Olivera, los estudios sobre cacao revelan en la parte etnográfica que el jaguar es el guardián del cacao. “Es el mono el que a veces está en el cacao consumiendo y ves a un jaguar al pie. Por eso se dice que el jaguar es el guardián del cacao, que es un árbol sagrado”, indicó a Inforegión. Lo cierto es que para Olivera todavía falta estudiar esta conexión, pero es una labor que se encuentra en desarrollo.
“El jaguar siempre está siendo relacionado con el cacao y no solamente aquí en las culturas de la Amazonía, sino también en Mesoamérica y en México. Por ejemplo, estamos encontrando piedras turquesas con rostros de jaguar y objetos de cerámica con esculturas de este animal junto a bastante presencia de cacao en Montegrande, al igual que con el guacamayo que también es un ave que está vinculada al cacao. Todavía estamos en proceso de investigación”, manifestó.
Sin duda, estos trabajos nos acercan todavía más a nuestros orígenes y ponen en evidencia la importancia de una cultura de preservación de cara a la crisis socioambiental en la actualidad.