Era 2020 y el Covid-19 nos tenía confinados. Rosmery y su esposo estaban en un departamento alquilado que les costaba pagar. Los dueños del inmueble le advirtieron a la joven venezolana que, si ella o su pareja no conseguían trabajo, tendrían que irse. El empleo que la joven migrante tenía quebró durante la cuarentena, lo que la motivó a salir adelante con su mejor herramienta: la cocina.
Una travesía llena de desafíos y sueños cumplidos
Rosmery Sarai Cañas, es una chef venezolana con estudios y más de 12 años de experiencia. La joven llegó a Perú en 2017, cuando huía de la crisis en su país natal. Hoy, tras siete años de constantes desafíos, lidera un exitoso emprendimiento de comida fusión en Barranco junto a tres compatriotas.
“La situación se comenzó a poner crítica, y mi esposo y yo, con algunos ahorros, decidimos migrar a Ecuador primero, pero no fue una buena experiencia para nosotros”, comenta Rosmery mientras recuerda las dificultades que enfrentó en su primer destino. Después de casi un año en Ecuador, Rosmery y su esposo decidieron continuar su viaje hacia Perú, un país que percibían interesante debido a su rica cultura gastronómica.
Superar obstáculos y conquistar la cocina peruana
Los primeros meses en Perú no fueron fáciles para Rosmery. Llegó con muy poco dinero y tuvo que aceptar trabajos temporales mientras regularizaba su situación migratoria. “No tenía papeles en ese momento, y aunque sabía que era una cocinera calificada, se me hacía difícil encontrar un empleo estable”.
“Siempre soñé con venir a Perú y conocer su comida porque la gastronomía peruana me apasionaba”.
Afortunadamente, encontró trabajo en un restaurante donde se podía desempeñar como cocinera. Sin embargo, adaptarse a los ingredientes locales fue un desafío inesperado. “Recuerdo que no conocía los nombres de los ingredientes, y todos los días investigaba para poder adaptarme y no perder el trabajo”, añade.
A pesar de las dificultades iniciales, Rosmery se familiarizó rápidamente con la cocina peruana y, con el tiempo, se consolidó en el sector gastronómico. “Tuve la oportunidad de desarrollarme completamente en el área gastronómica, desde la producción hasta la preparación de platos típicos como el ceviche y la parihuela, que son mis favoritos”, expresa con orgullo.
Fusión de culturas y su emprendimiento en Barranco
Al día de hoy, Rosmery Sarai Cañas es la fundadora y chef principal de un emprendimiento de comida fusión ubicado en la Feria de Barranco, en el jirón Unión 108, stand número 60, llamado Ongaku Food. Junto a sus socios, también venezolanos, crearon un concepto único que mezcla sabores de la cocina asiática, que incluye influencias de la gastronomía china, japonesa y hindú.
Con orgullo, la joven comenta que la receptividad del público es positiva. “Fue duro emprender acá. Nos pidieron muchos documentos y cumplimos con todos los requisitos, pero la experiencia ha sido muy bonita. La receptividad de los clientes es maravillosa”, comenta Rosmery, quien trabaja arduamente para mantener y hacer crecer su negocio.
Una historia de éxito y resiliencia
La historia de Rosmery es un ejemplo de resiliencia y determinación. Su éxito actual es prueba de que, con esfuerzo y perseverancia, es posible superar las adversidades y cumplir los sueños. Su travesía desde Venezuela hasta Perú no solo es un relato de superación personal, sino también una contribución al paisaje gastronómico peruano.