El nivel del Océano Pacífico está aumentando de manera alarmante, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), que está monitoreando los mareógrafos en las playas del Pacífico desde la década de 1990. Su informe revela que, en los últimos 30 años, el nivel del mar subió unos 15 centímetros en algunas zonas del Pacífico. En 2023, el nivel medio global del mar alcanzó un récord histórico, situándose 9,4 centímetros por encima del promedio anterior.ONU
Durante el Foro de las Islas del Pacífico, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, lanzó un “SOS mundial” sobre este tema. La ONU atribuye este incremento al calentamiento de los océanos y al deshielo de glaciares, ambos efectos directos del cambio climático. Estos factores, sumados a fenómenos como El Niño, están elevando el nivel del mar, intensificando las tormentas y aumentando el riesgo de inundaciones en las zonas costeras.
Desafíos para Perú
En este contexto global, Perú enfrenta desafíos específicos debido a su ubicación en el Pacífico. Aunque el aumento del nivel del mar a nivel global es evidente, en Perú este incremento es menos pronunciado debido a factores geográficos como el levantamiento geostrófico de la placa tectónica.
Según explica Juan Carlos Riveros, director científico de Oceana Perú, esto se refiere a un fenómeno en el que las fuerzas tectónicas elevan la corteza terrestre en ciertas regiones, lo cual puede contrarrestar en parte el aumento del nivel del mar. Sin embargo, esto no significa que el país esté exento de los impactos del calentamiento oceánico o el cambio climático.
Asimismo, señala que el fenómeno de El Niño tiene un papel clave en la dinámica oceánica del país. «En nuestro caso, El Niño es un ensayo del cambio climático. Cada vez que se presenta, nos muestra cómo será todo en 10, 15 o 20 años», afirma Riveros. El Niño, que se está volviendo «cada vez más agresivo, más largo y más frecuente», actúa como un mecanismo de redistribución de energía en el planeta afectando las temperaturas del océano en la región.
«En nuestro caso, no es tanto el promedio lo que se ve afectado, sino la variabilidad», explica Rivero. Esto significa que las fluctuaciones extremas de temperatura se intensificarán, creando un ciclo de calentamiento y enfriamiento más severo, lo que puede tener consecuencias para los ecosistemas marinos y comunidades costeras.
Biodiversidad marina y comunidades costeras
El informe estima que alrededor de 900 millones de personas residen en áreas cercanas al mar. Los habitantes de regiones costeras en países con alta densidad poblacional, como Bangladesh, China, India, Países Bajos y Pakistán, son particularmente vulnerables a inundaciones catastróficas. Además, grandes ciudades costeras como Bangkok, Buenos Aires, Lagos, Londres, Bombay, Nueva York y Shanghai, también están en riesgo.
Las inundaciones de agua salada pueden causar estragos en los hábitats costeros, dañando arrecifes de coral, poblaciones de peces y tierras agrícolas. Además, pueden afectar la infraestructura, como viviendas, y poner en riesgo los medios de vida de las comunidades costeras. Estas inundaciones también pueden contaminar los suministros de agua dulce, propagar enfermedades y reducir los ingresos del sector turístico.
¿Qué consecuencias trae el calentamiento de los océanos?
El calentamiento de las aguas marinas, una de las principales causas del aumento del nivel del mar, provoca alteraciones en los ecosistemas marinos y afecta a las comunidades que dependen de ellos. El director científico de Oceana Perú explica que ello afecta el metabolismo de los peces reduciendo su capacidad reproductiva. Como resultado, algunas especies se desplazan, disminuyen en número o incluso desaparecen, mientras que otras, como las especies tropicales, invaden nuevas áreas.
Sobre el desplazamiento de especies, un ejemplo es la anchoveta que, ante el calentamiento del océano, se mueve hacia aguas más frías, lo cual también tiene implicaciones para las comunidades pesqueras. Según Riveros, la migración puede beneficiar a la pesca en ciertos casos, pero también introduce especies invasoras y parásitos que desplazan a las especies nativas y alteran el equilibrio del ecosistema. Advierte que con el incremento continuo de la temperatura, se prevé un desplazamiento progresivo de especies invasoras.
Además, el incremento de mareas rojas, impulsada por el aumento de la temperatura y la contaminación, representa otro riesgo. Estas floraciones algales pueden impactar la vida marina y poner en peligro la salud humana. Riveros también subraya que en algunas regiones del mundo, como en las economías isleñas de Oceanía, el calentamiento extremo podría hacer que la pesca se vuelva insostenible, afectando gravemente las comunidades que dependen de ella.
Un llamado a la acción global y local
La ONU urge a los líderes mundiales a adoptar acciones concretas y coordinadas para enfrentar el cambio climático. Entre las principales recomendaciones están la reducción significativa de las emisiones de carbono, la transición hacia energías renovables y la implementación de políticas de adaptación para proteger a las comunidades costeras vulnerables.
También destaca la necesidad de proteger y restaurar los ecosistemas marinos, esenciales para la captura de carbono y la preservación de la biodiversidad. En este aspecto, el experto de Oceana subraya la importancia de conservar las áreas marinas protegidas y la regulación de la pesca en las primeras cinco millas marinas.
«Si tú reduces las amenazas que no son climáticas, le das una oportunidad a los organismos para regenerar su población”. Estas amenazas son la contaminación, pesca ilegal y pesca excesiva. ”En particular, las primeras cinco millas marinas, que son la franja más cercana al litoral, son esenciales para la protección y recuperación de estas especies», concluye.
