Durante estos 20 años, el gas natural de Camisea ha emergido como una herramienta imprescindible para abordar los desafíos ambientales y avanzar hacia un desarrollo sostenible. Entre el 2005 y 2023, el uso del gas natural ayudó a mitigar la huella de carbono del Perú, reduciendo en 15% las emisiones de CO2, lo que equivale a lo contenido en 36 millones de árboles, según la consultora Libélula, especializada en la asesoría ambiental.
“Sin esta fuente de energía limpia, las emisiones habrían sido 21% mayores, dificultando el cumplimiento de las metas establecidas ante las Naciones Unidas”, sostiene el informe “Aporte del gas natural a la mejora de la calidad de aire, la salud pública y la mitigación del cambio climático» de la consultora Libélula.
Aporte en la calidad del aire
Entre el 2005 y 2023, el uso del gas natural evitó la emisión de 0.81 millones de toneladas de óxidos de nitrógeno, que equivale a un porcentaje de reducción del 57.30 %. Asimismo, en lo que respecta al dióxido de azufre, en ese mismo lapso de tiempo, se evitó 1.03 millones de toneladas con un porcentaje de 90.87 %.
Esto quiere decir que el uso de gas natural impidió la emanación de estos gases contaminantes atmosféricos como los óxidos de nitrógeno y el dióxido de azufre, que son liberados al aire a través del uso de combustibles tradicionales.
Contribuyendo a una salud pública
El informe también señala que, en el mismo periodo de análisis indicado, la mejora en la calidad de aire gracias al uso de gas natural evitó más de 1200 hospitalizaciones, así como más de un millón de casos de asma, con un ahorro de más de S/1200 millones en productividad y gastos hospitalarios para el Estado Peruano.
De igual manera, contar con un aire más limpio ha evitado más de 2600 muertes prematuras debido a enfermedades obstructivas crónicas, cáncer al pulmón, enfermedades isquémicas del corazón y enfermedades cerebrovasculares.
Compromiso ambiental
En 2002, antes del inicio de sus operaciones, Camisea diseñó un modelo de gestión sostenible para operar con eficiencia y respeto en los entornos naturales donde se ubican sus instalaciones tanto en la amazonia cusqueña, como en el litoral de Pisco.
Asimismo, resalta también la ejecución del programa Ducto Verde (revegetación de ductos subterráneos), el Programa de Monitoreo Ambiental Comunitario en el Bajo Urubamba (PMAC – BU) que promueve la participación de las comunidades en el monitoreo del cumplimiento de los compromisos ambientales y sociales, así como el Programa de Monitoreo de la Biodiversidad (PMB), que provee de información sobre el estado de la operación, además de estudiar y registras los cambios en la biodiversidad.
Hacia el futuro
Toda esta aplicación de estándares ha permitido, por ejemplo, que las actividades de producción del gas natural de Camisea solo ocupen el 0,2% de la superficie total de los lotes 88 y 56, es decir con una mínima huella ambiental en ese territorio.
El gas natural es una fuente de energía más limpia y eficiente; lo que lo vuele un actor clave para generar un entorno sostenible que no solo reduce las emisiones de gases efecto invernadero sino también mejora la calidad de vida.
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