Hace varios meses, un grupo de investigadores y docentes universitarios se preguntaron ¿cómo podían contribuir en la reforestación de la Amazonía? El resultado ha sido un método novedoso, que busca aprovechar las zonas deforestadas por la minería artesanal del bosque amazónico.
“Imagínate que tenemos una zona deforestada. A través de este método, se busca generar una ganancia, ya que hay oro que no ha podido ser procesado por la minería artesanal. Entonces, puede ser invertido en reforestación”, señala Juan Carlos Rodríguez, docente de la carrera de Ingeniería Química de la Universidad de Ingeniería y Tecnología (UTEC).
Según la experiencia del docente Rodríguez, los mineros artesanales quieren contribuir en la reforestación, pero que no sea un gasto adicional. Una parte de la ganancia serviría para mejorar los bosques.
Novedoso método
Lo interesante de este método, es que “hay aproximadamente un 50% de oro que no es recuperado por la minería artesanal”, afirma Rodríguez.
Primero, dentro del método, existen dos procesos. Uno es lixiviación, que permite disolver el oro de tal manera que elimina las arenas sin valor y se pueden usar equivalentes a la lejía y sal de mesa. El otro es que, ese oro disuelto tiene que volver a ser sólido y es, a través, de la flotación que se usan compuestos como zinc o hierro.
Es importante saber que ambos procesos, tienen un bajo impacto ambiental, a diferencia de lo que se usa en la mayoría de la minería, que es el mercurio y el cianuro.
Minería informal e ilegal
Asimismo, Madre de Dios es considerada una de las zonas que ha perdido mayor cantidad de bosques amazónicos. Por lo menos treinta mil hectáreas fueron arrasadas por la explotación ilegal e informal entre el 2021 y 2024, según el Proyecto Monitoreo de la Amazonía Andina (MAAP).
Además, la idea es que, a través de la tecnificación, se pueda generar una ganancia y provocando el interés a los mineros informales para que se formalicen.
Modelo de negocio
Esta tecnología es liderada por la UTEC, a través del Grupo de Investigación en Energía y Minas, pero también han participado investigadores de la Universidad Nacional de Ingeniería, la Universidad Nacional Amazónica de Madre de Dios la Universidad Pública de Arequipa y universidades del extranjero.
Finalmente, el proyecto se encuentra en un modelo de negocio, que permitirá generar una ganancia con productos de bajo impacto ambiental.