Machupicchu, uno de los destinos más emblemáticos y reconocidos a nivel mundial, alcanzó un nuevo hito al renovar su certificación internacional como Primera Maravilla del Mundo Carbono Neutral. Este logro subraya el compromiso de la comunidad local y diversas organizaciones en la preservación del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático.
Ubicado en la región Cusco, Machupicchu no solo es un tesoro arqueológico, sino también un ejemplo de sostenibilidad ambiental. La implementación de prácticas ecoeficientes y el uso de energías renovables fueron claves para reducir la huella de carbono en la zona.
La entrega simbólica del reconocimiento fue otorgado por la empresa Green Initiative, líder en certificación climática en el sector turismo, con la presencia del viceministro de Gestión Ambiental del Ministerio del Ambiente, Edgar Romero. La autoridad destacó que la certificación refleja el compromiso conjunto del Gobierno central, regional y local, junto al sector privado y la sociedad civil.
Gestión sostenible
La huella de carbono de Machupicchu ha sido compensada con créditos de carbono generados por el proyecto de conservación REDD+ Castañeros, desarrollado por la empresa peruana Bosques Amazónicos (BAM), el cual protege más de 600 000 hectáreas de bosques megadiversos únicos en el mundo junto a más de 800 familias castañeras socias en Madre de Dios, Perú.
Asimismo, la gestión del santuario también incluye iniciativas en la localidad de Machupicchu como el reciclaje de residuos, mediante la instalación de una planta compactadora de plástico PET y cartón. La instalación de una planta de biodiésel para procesar residuos de aceites, una planta de tratamiento de residuos orgánicos (pirolizadora) para producir carbono natural y máquinas trituradoras de vidrio.
En ese sentido, estas acciones protegen el patrimonio natural y cultural, así como el turismo responsable y sostenible. La certificación tomó como línea de base los resultados de emisiones de carbono del 2019 y se centró en estimular acciones para la reducción, tratamiento y correcta gestión de los residuos generados.
Las autoridades promueven acciones de regeneración del paisaje en la Ciudadanía Inca, así como la sensibilización de los pobladores, comercios y hoteles. El objetivo es implementar un modelo de economía circular y reducir la huella de carbono.
