En el Día Mundial del Ambiente, es vital resaltar la importancia de proteger los bosques amazónicos del país contra la degradación y desertificación que sufren por la minería ilegal.
En el 2023, el informe Minería ilegal en la Amazonía peruana de Unidos por el Bosque de la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible (FCDS) señaló que las regiones de Loreto, Amazonas, San Martín, Huánuco, Ucayali y Madre de Dios registraron un incremento en las actividades de minería ilegal en los últimos tres años.
Esta extracción ilícita es una de las principales en generar la destrucción de bosques amazónicos con el objetivo de la búsqueda de minerales, principalmente oro. Esta situación conlleva a la pérdida de biodiversidad y la contaminación de ríos y el aire.
Minería ilegal en Madre de Dios
De acuerdo a Claudia Vega, del Centro de Innovación Científica Amazónica (Cincia) y el Observatorio de Minería Ilegal, desde 1985 hasta la actualidad se reportó la pérdida de alrededor de 129 000 hectáreas de zonas boscosas en la región Madre de Dios, una de las más afectadas por la minería ilegal.
“Madre de Dios es considerada la capital de la biodiversidad, entonces cuando hablamos de pérdidas de bosques también es la pérdida de biodiversidad”, mencionó Vega a Inforegión.
Uno de los años con mayor tasa de deforestación fue el 2017, ya que se perdieron aproximadamente 9800 hectáreas de bosques en la región mencionada. Si bien la ejecución del Plan Mercurio generó que disminuyera la destrucción de estas áreas, desde el 2021 la cifras van en aumento, según aseguró Vega.
Hasta ahora este año, aún se están evaluando las pérdidas forestales. No obstante, la experta destacó que los meses críticos para la destrucción de ecosistemas son entre julio y agosto. Durante estos meses, la menor cantidad de lluvias facilita el trabajo de los mineros ilegales. Asimismo, resaltó que las zonas más afectadas en Madre de Dios por esta actividad ilícita son La Pampa y cerca al río que lleva el mismo nombre de la región.
Efectos de la actividad minera ilegal
La minería ilegal convierte lo que antes eran bosques amazónicos en una especie de desierto cubierto de arena. Esta transformación implica la pérdida de organismos que habitaban esas zonas, las cuales solían estar repletas de vegetación. La actividad minera ilegal es la causa principal de este cambio.
“Se quedan hasta que no haya más minerales que sacar. (…) Hay lugares donde hacen minería una vez, paran y vuelven a extraer. Muchas veces no tienen la tecnología necesaria para ir más al fondo y empiezan a deforestar las áreas”, dijo Vega.
Otro de los efectos de este tipo de minería es la contaminación de las fuentes de agua. Debido a esta razón el agua en la región debe ser más tratada debido a la presencia de materiales suspendidos de la extracción minera, aseguró Claudia Vega a Inforegión. Agregó que esta situación perjudica a las comunidades nativas, ya que pescan en zonas que estarían contaminadas. “Si ese pescado está contaminado, también se está contaminando a la población”, dijo la experta.
Uso del mercurio
El oro es uno de los metales más cotizados por la minería ilegal. Para su extracción ilícita se usa, en su gran mayoría, el mercurio. Vega indicó que este elemento es utilizado debido a que es fácil de manipular; sin embargo, es contaminante. “Tiene años de estar usándolo (el mercurio) y es fácil de manipular. En algunos lugares es ilegal (…) y gran cantidad del mercurio viene del mercado negro”.
El uso de este material provoca que en áreas donde se practica la minería ilegal se registren niveles elevados de mercurio, incluso en los animales. Además, su evaporación resulta perjudicial para la salud, especialmente en niños y mujeres embarazadas. Claudia Vega explicó que los efectos del mercurio no se manifiestan de inmediato, sino que pueden demorar varios años tras su evaporación y permanecer en el aire.