viernes 22, noviembre 2024

La Piel Más Temida, una película para no volver al pasado

| Fecha:

Lo que vi y sentí en La Piel Más Temida, es el drama doloroso que aún viven tantas familias que conozco muy de cerca, como secuela de la terrible e inhumana violencia vivida en nuestro querido Perú entre 1980 y 1994.

Este es el caso de una joven que viene de Suecia, país al que la llevó su mamá huyendo del horror y dolor de ese periodo de violencia política terrorista, ocultándole todo el tiempo, de que era hija de un líder senderista. De pronto, esta se entera por casualidad de esa terrible realidad ignorada de tener un padre que es un preso por terrorismo. Ella, en ningún momento, lo juzga o intenta juzgar a su padre.

Busca a su abuela, para conocerla y la ayude a visitarlo. Un sentimiento humano de cualquier hija. Tras ubicarla, descubre en ella a una mujer humilde de corazón y de hogar, con todo el dolor empozado en su alma por la situación de su hijo, al que no apoyó ni entendió en su accionar senderista. También se revela la bondad infinita de una madre, que vive sola en un alejado pueblo andino, visitando siempre a su único hijo preso.

La Piel Más Temida, una película para no volver al pasado
La actriz María Luque interpreta a Dominga en La Piel Más Temida. En la actualidad, forma parte del grupo teatral las Kory Warmis. (Foto: La Piel Más Temida)

La película, muestra como ellas, la nieta y la abuela sufren en estos tiempos, las dolorosas secuelas de ese pasado periodo horrendo que hemos vivido. ¡Es una obra profundamente humana!.

Un dolor que nunca terminó de irse

Recordaba en esos momentos, a la tía Dionicia y a la abuela de mis hijas. El esposo de la primera y el hermano de la segunda, masacrados sin misericordia en 1993 en la plaza de Laramarca-Huaytará por la insania del senderismo. Sus momentos de inmenso dolor y llantos tristes cuando los recordaban. Dolor que nunca terminó de irse.

Pero también, recordaba, como la abuela de la película La Piel Más Temida, la cara inmensamente triste de una mamá que conozco muy de cerca, cuyos hijos abrazaron el senderismo, dos de ellos muertos, uno preso, otro desterrado y otro libre después de años de cárcel. Mirándola hace poco, pensaba ¿Cómo pudo soportar tanta angustia, tanto dolor, tanta tragedia? ¿Cómo no maldecir la violencia, el terrorismo? ¿Cómo no rechazar este pecado horrendo?.

La Piel Más Temida, una película para no volver al pasado
La actriz Juana Burga, interpreta a Alejandra, quien va en busca de su abuela Dominga para conocer más de su padre. (Foto: La Piel Más Temida)

Ese creo que es el inmenso valor de esta película. Mostrar un caso de una familia que aún, luego de muchos años sufre ahora la desgracia vivida. Un mensaje humano, triste, doloroso para, de un lado, recordarnos lo que cientos de miles hemos pasado y aún sufrimos. Vidas de comuneros, de estudiantes, de soldados y de policías perdidas injustamente. Con miles de familiares que sufren, como la hija y la abuela de La Piel Más Temida.

¡Qué no se repita el pasado!

Y de otro lado, un mensaje contundente, artísticamente bien logrado por los actores y su director, que debemos sanar las heridas del alma de ese tiempo injusto, de ese tiempo de miedo: Manchay Tiempo. Apostar por que nunca más debe volver la violencia política, mucho menos la violencia política terrorista. Apostar por la paz duradera y que nunca más se repita ese pasado.

La Piel Más Temida es una condena a ese horrendo periodo de nuestra historia. Es un llamado silencioso pero rotundo a curar las heridas del alma que nos dejó. Es un mensaje para afirmar la paz que hemos conquistado todos los peruanos, sobre todo por el heroísmo de los cientos de miles de campesinos del ande que se atrevieron a derrotar al senderismo en el campo.

La Piel Más Temida, una película para no volver al pasado
La película fue dirigida por el director peruano Joel Calero. También participa el actor Lucho Cáceres. (Foto: La Piel Más Temida)

Como hicimos en Huancavelica, rechazando la violencia de los rojos y los verdes como decían decenas de miles de campesinos; en Ayacucho, como he relatado jornadas heroicas de ese proceso en mi libro Revolución Ciudadana. Accionar campesino para conquistar la paz que hoy vivimos, y, que injustamente no es aún reconocido, y que incluso otros pretenden apropiarse ese logro faltando a la verdad de la historia.

El levantamiento de Sacsamarca

Tal como se produjo  en el temprano y heroico ejemplo el 21 de mayo de 1983, por los cientos de comuneros la comunidad campesina de Sacsamarca, que derrotaron a la columna asesina del senderismo que meses antes había masacrado con vesanía, a sus hermanos de Lucanamarca y Huancasancos.

Esta batalla,  que duro todo ese día, tiene la trascendencia histórica por lograr, con el saldo doloroso de más de diez sacsamarquinos y un policía caídos, la primera derrota del senderismo desde el inicio de la violencia política,  por acción ejemplar de una comunidad campesina que apostó por la vida, por la democracia, por la paz. Y, como en La Piel Más Temida, todos los años con sus autoridades, celebran su heroísmo y recuerdan a sus deudos, guardándolas en su memoria, para que nunca más se repita.

Un aplauso a este esfuerzo artístico

Lo hermoso es que al terminar la película, todos los asistentes de la sala del cine, que estaba llena, aplaudió este esfuerzo artístico. Reconociendo así un logro importante del cine peruano.

Sin duda ese aplauso espontáneo y solidario, era una cachetada a quienes hicieron criticas y, más que críticas, repitieron mensajes de rechazo a La Piel Más Temida expresando una intolerancia fanática, incapaces de pensar con su propia cabeza. Personas que solo vierten odio y al margen de su voluntad, cultivan gérmenes de violencia insana.

La Piel Más Temida, una película para no volver al pasado
Joel Calero, director de la película La Piel Más Temida, junto a la actriz Juana Burga. (Foto: La Piel Más Temida)

Salí contento, con esperanzas, fortalecido en mi optimismo de que a pesar de la podredumbre que nos gobierna, hay artistas sanos, mucha gente que aprecia la vida, que aprecia el buen cine, que apuesta por la paz con justicia.

Salí feliz, mucho más por compartir momentos tan intensos que me hizo pasar la película, con mi cielito: mi hija, la doctorcita, mi cielito lindo, como le digo todos los días. Gracias hija por invitarme. Gracias a los artistas y director de esta película profundamente humana, película peruana, que me llena de orgullo.

Por Martín Soto Guevara

Suscríbete al boletín
Especial
Destacados
Últimas noticias